Las reglas del juego cambiaron: actualmente, la manicura no se conforma con pasar desapercibida. Los días de las francesitas tímidas quedaron en el pasado.
En su lugar, llegan colores vibrantes, uñas cortas con brillo protagonista y accesorios que completan el look con actitud. La moda se reinventa desde las puntas de los dedos y posiciona al nail art como un elemento indispensable del día a día.
El furor por lo maximalista, pero con sutileza
El estilo maximalista pisa fuerte en pasarelas y redes, y ahora también conquista las uñas. Pero lejos de lo sobrecargado, lo que se impone son diseños simples, con esmaltes llamativos y acabados luminosos que aportan presencia sin excesos. Se busca impactar con elegancia, no con barroquismo.
Los tres colores que arrasan
El trío que marca tendencia este año está compuesto por el azul profundo, el amarillo manteca y el tojo intenso. Estos tonos aportan frescura, carácter y se lucen aún más en uñas medianas o cortas, con una terminación pulida y brillante. Son ideales para quienes quieren un look moderno y potente sin complicaciones.
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Uñas más cortas y accesorios en alza
Atrás quedaron las uñas largas y elaboradas, ya que en esta parte del año se prioriza la comodidad y el cuidado, con longitudes prácticas y tratamientos que embellecen sin dañar. Además, los accesorios ganan protagonismo: anillos oversized y pulseras llamativas elevan el estilismo de manos que ahora son el nuevo punto focal de cualquier outfit.
En resumen, más que una simple tendencia, la decoración de las uñas es una expresión del estilo individual. ¿La clave? Animarse a brillar con identidad propia.