Jueves 3 de Julio 2025
PERROS

El perro y su relación con la comida: ¿Por qué siempre pide más?

Descubrí el comportamiento canino de tu perro en relación a la comida.

(Fuente: Instagram).
Escrito en ESPECTÁCULOS el

Los perros no solo nos llenan de amor y compañía, sino que también tienen un talento excepcional para pedir comida. Con esos ojos irresistibles y su singular habilidad para parecer hambrientos todo el tiempo, la pregunta inevitable es: ¿qué hay detrás de su insaciable apetito? ¿Es simple gula o una estrategia evolutiva refinada?

En este artículo, nos sumergimos en el fascinante mundo del comportamiento canino y la relación entre los perros y la comida. Desde factores genéticos hasta hábitos adquiridos, revelamos la verdad detrás de su constante búsqueda de un bocado extra.

Influencias genéticas en el perro

La ciencia ha demostrado que los genes juegan un papel crucial en el comportamiento alimenticio de los perros. Un estudio con más de cincuenta mil canes, realizado por investigadores de universidades como Pennsylvania y Princeton, ha confirmado que la motivación por la comida está fuertemente ligada a la genética. Desde su evolución desde el lobo gris, los perros han mantenido una capacidad eficiente de metabolizar grasas, proteínas e incluso carbohidratos.

Sin embargo, el estilo de vida moderno ha cambiado las reglas del juego. Ya no necesitan esforzarse por conseguir alimento como sus ancestros, lo que ha transformado su conducta: ladridos, saltos, e incluso miradas suplicantes son ahora sus herramientas para obtener una porción extra de comida.

La influencia del hogar en sus hábitos alimenticios

Aunque su predisposición biológica es clave, hay algo que no podemos ignorar: ¡nosotros también tenemos la culpa! Sin darnos cuenta, reforzamos sus hábitos al ceder a su ternura. Pero, ¿cómo podemos corregir esto sin afectar su bienestar?

Consejos para mejorar sus hábitos alimenticios

La mirada más conmovedora no debe hacerte caer en la tentación. La constancia es clave para cambiar un hábito, y todos en casa deben mantener la misma actitud.

Darle comida de la mesa refuerza el mendigueo y, peor aún, puede hacer que rechace su propio alimento. Además, las sobras pueden contener ingredientes que afecten su salud a largo plazo.

Entrénalo para que, en lugar de suplicar por comida, permanezca en su cama mientras los humanos comen. Refuerza esta conducta con premios cuando cumpla la rutina.

Fraccionar su dieta en 2, 3 o incluso 4 comidas al día ayudará a mantener su saciedad sin exceder la cantidad total recomendada. Estudios han demostrado que la digestión en perros puede tardar entre 20 y 60 horas, por lo que una distribución equilibrada es clave para su salud.

Siguiendo estos consejos, puedes ayudar a tu perro a desarrollar mejores hábitos alimenticios, sin perder ese vínculo especial que lo convierte en tu mejor amigo.