Un equipo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid ha dado un paso crucial en la lucha contra la alopecia al diseñar una terapia que une células madre del tejido adiposo con trifosfato de adenosina, una molécula clave que actúa como “batería de energía” para el cuero cabelludo.
Según el jefe de Dermatología del hospital, Eduardo López Bran, aunque aún restan pruebas clínicas y regulaciones por superar, el fin de la calvicie podría ser una realidad en menos de cinco años, tras superar las pruebas de comprobación y adaptarse a las regulaciones de los distintos países.
El objetivo del estudio es combatir la alopecia androgénica, la más frecuente, que afecta a hasta un 80 % de los hombres y entre un 30 y 50 % de las personas mayores de 50 años, además de un 40 % de las mujeres. En los varones suele manifestarse con las clásicas entradas en la frente, mientras que en las mujeres se presenta como un afinamiento progresivo del cabello en la parte superior de la cabeza. La responsable de este fenómeno es la molécula dihidrotestosterona (DHT), que reduce el tamaño del folículo capilar y debilita su crecimiento.
La investigación ha demostrado que la combinación de células madre con trifosfato de adenosina puede revertir los efectos de la DHT, ofreciendo una nueva esperanza para quienes padecen alopecia.
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Si los ensayos clínicos en humanos confirman estos hallazgos, el tratamiento podría marcar un antes y un después en la dermatología, dejando atrás la idea de la calvicie como una condición irreversible y convirtiéndola, finalmente, en una elección personal.