La Kalanchoe Blossfeldiana, originaria de Madagascar, es una planta tropical que se convierte en la aliada perfecta para embellecer cualquier rincón de tu casa. ¿Sabías que puede vivir tanto en interiores como en exteriores? Solo asegúrate de protegerla de las bajas temperaturas que podrían dañarla.
Esta joya pertenece a la familia Crassulaceae, la cual incluye más de 1,400 especies de plantas suculentas. ¡Son campeonas en retener agua en sus hojas, tallos o raíces! Las mejores compañeras para el hogar.
¿Qué hace única a la Kalanchoe Blossfeldiana? Sus hojas carnosas y ovaladas de un verde profundo son solo el comienzo. ¡Sus flores, en tonos vibrantes de rojo, naranja, rosa, amarillo o blanco, forman racimos que parecen sombrillas encantadas! Además, sus flores duran tanto que siempre tendrás color en casa.
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¿Listo para el cuidado? ¡Es muy sencillo! Aquí tienes los pasos esenciales para que tu Kalanchoe crezca sana, fuerte y llena de vida, decorando cada espacio de tu hogar.
Iluminación
¡Amante de la luz! Esta planta necesita mucha luminosidad pero sin sol directo. Colócala en un lugar luminoso con sombra parcial para evitar que sus hojas y flores se quemen.
Riego
¡Una suculenta superpoderosa! La Kalanchoe tolera bien la sequía, pero no el exceso de agua. Riega moderadamente cuando el sustrato esté seco. En invierno, reduce el riego a una vez cada dos semanas.
Temperatura
¡A ella le encantan los climas cálidos! Prefiere temperaturas entre 15 y 25°C, pero el frío extremo no es su amigo. Protége de heladas y corrientes frías. Si baja de 10°C, colócala en un lugar resguardado.
Poda
¡Mantén su belleza! Es vital podar frecuentemente esta planta eliminando hojas y flores marchitas o dañadas. Así, darás paso a nuevas y radiantes flores.