Las papas fritas, deliciosas y crujientes, se preparan usando aceite, lo que significa que aportan una gran cantidad de calorías provenientes de las grasas. El consumo excesivo de este sabroso alimento puede llevar a un aumento de peso significativo.
Además, al freír las papas, se pueden generar grasas trans, las cuales incrementan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial e inflamación crónica en el cuerpo. ¡Es un enemigo silencioso para tu corazón!
Y eso no es todo, las grasas saturadas presentes en las papas fritas elevan los niveles de colesterol en la sangre. Este exceso de colesterol puede acumularse en las paredes de las arterias, provocando enfermedades coronarias o arteriales periféricas. ¡Un motivo más para estar alerta!
Te podría interesar
La clave saludable
El verdadero problema radica en la preparación de las papas fritas. Por eso, es recomendable optar por métodos de cocción más saludables y que eviten las frituras. Puedes utilizar el horno para crear papas crujientes o una freidora de aire que simula el efecto de freír utilizando muy poco aceite. ¡Cuida tu salud sin renunciar al sabor!
Se estima que por cada 100 gramos de papas fritas se obtienen entre 250 y 500 calorías. En cambio, si las horneas, el contenido calórico baja a solo 100 calorías por cada 100 gramos. Por este motivo, se recomienda que quienes tengan enfermedades cardíacas o problemas digestivos se abstengan de su consumo. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!