La Cuna de Moisés es una de las plantas favoritas para la decoración del hogar, gracias a sus vibrantes tonos verdes y sus delicadas flores blancas en forma de campanilla. ¡Pero cuidado! Puede ser un desafío reproducirla si no conoces los trucos adecuados.
Hoy te enseñaremos un método infalible para germinar tus semillas y conseguir una Cuna de Moisés esplendorosa.
Preparando tus semillas de Cuna de Moisés
Antes de empezar, necesitamos obtener semillas de nuestra propia planta. Es recomendable tener una Cuna de Moisés al aire libre para que los insectos puedan polinizarla. Así, encontraremos un racimo de semillas bajo sus hojas. Una vez que se tornen amarillas, las retiramos con cuidado y extraemos las semillas. No olvides lavarlas bien con agua y un poco de cloro para evitar infecciones durante la germinación.
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El germinador de semillas perfecto
Con las semillas listas, es hora de preparar un germinador que funcione como un mini invernadero. Puedes usar un recipiente con tapa y colocar un buen sustrato en su interior. Este ambiente controlado mantendrá la humedad necesaria para el proceso.
Coloca las semillas sobre la tierra y cúbrelas con una ligera capa. Riega bien y cierra el recipiente. Recuerda no exponerlas al sol directo para evitar quemaduras. Este proceso de germinación puede tardar al menos 15 días, y dependiendo de la especie, un poco más.
¡A transplantar!
Pronto verás los primeros brotes de tu Cuna de Moisés, listos para ser trasplantados a macetas individuales. Al hacerlo, asegúrate de mojar bien las hojas en los primeros días para amortiguar la transición del invernadero al ambiente seco. Poco a poco, tu Cuna de Moisés tomará forma y estará lista para embellecer cualquier espacio con sus encantadores colores.