El miedo al compromiso o la resistencia al casamiento son los grandes villanos para los románticos que sueñan con un "Felices por siempre" o "Hasta que la muerte los separe" . Sin embargo, la astrología puede ser tu mejor aliada para evitar decepciones amorosas.
Cada uno de los signos del zodiaco ofrece pistas sobre los rasgos de personalidad de las personas, desde los extremadamente románticos hasta los que tienen dificultades para dejar salir su lado detallista cuando se enamoran. De estos 12 signos, tres destacan por su aversión al casamiento: Acuario, Géminis y Sagitario.
Aquellos que sueñan con su día de boda deberían tener en cuenta que estos signos podrían hacerles esperar más de la cuenta. Aquí te explicamos por qué:
Acuario
Regido por Urano, un planeta asociado con cambios inesperados y repentinos, Acuario ama su libertad y autonomía por encima de todo. Consideran el matrimonio como una limitación que amenaza su independencia. Buscan parejas que los complementen y una relación sin estructuras que restrinjan su libertad. Para ellos, la pareja ideal es también su mejor amigo.
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Géminis
Bajo la influencia versátil de Mercurio, los geminianos tienen personalidades duales. En cuanto al compromiso, temen que el matrimonio se vuelva monótono y pierdan el interés en la relación. Prefieren vínculos dinámicos y variados que los mantengan entretenidos. Las relaciones informales son sus favoritas porque les permiten proteger su naturaleza cambiante.
Sagitario
Este signo de fuego, amante de la aventura, ve el casamiento como una posible trampa para su libertad. La energía de Júpiter les otorga una gran necesidad de independencia y un espíritu aventurero. Para los sagitarianos, el matrimonio representa la pérdida de autonomía. Buscan una pareja que esté en sintonía con su deseo de explorar el mundo y que no intente restringir su libertad.
¡No te desanimes! Conocer las tendencias astrológicas puede ayudarte a saber la postura de los signos del zodíaco y guiarte a la hora de encontrar la pareja adecuada que comparta tus ideales y sueños. Y recuerda, ¡el amor verdadero siempre encuentra su camino!