El Árbol de Jade es una de las suculentas más queridas por los amantes de la jardinería en América. Sucede que no solo es una planta hermosa, sino que también se dice que atrae la buena suerte y la prosperidad.
Lo cierto es que para que esta preciada planta, de gran valor ornamental y espiritual, crezca sana y floreciente, es esencial seguir algunas pautas de cuidado, especialmente en lo que respecta al riego.
Cuidados esenciales
Para mantener tu Árbol de Jade en condiciones óptimas durante la primavera, es fundamental entender que, al ser una suculenta, no necesita riego frecuente. Los expertos en jardinería recomiendan regarla cada cuatro días aproximadamente. ¡Cuidado con la sobrehidratación! Esto puede provocar la pudrición de sus raíces. Un truco sencillo es introducir un palo en el sustrato; si sale seco, es momento de regar.
Luz solar: el secreto para una floración espectacular
Otro aspecto crucial para que tu Árbol de Jade se llene de flores en primavera es la exposición al sol. Aunque estas plantas son resistentes y tolerantes a diversas condiciones climáticas, necesitan al menos cuatro horas diarias de luz solar directa para crecer adecuadamente. Los expertos recomiendan sacarlas al exterior durante las primeras horas de la mañana o al atardecer, cuando los rayos del sol no son tan intensos.
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Nutrientes y abonos caseros
Además del riego y la luz solar, hay otros cuidados básicos que debes considerar para que tu Árbol de Jade prospere. El uso de abonos caseros puede ser una excelente opción para fortalecer sus raíces y estimular su crecimiento. Compost y fertilizantes naturales ricos en nutrientes ayudarán a tu planta a absorber el agua de manera eficiente y mantenerse fuerte durante la primavera.