Sábado 28 de Septiembre 2024
PLANTAS

Transforma tus plantas de agua a tierra sin ningún daño con esta increíble técnica de jardinería

Descubre el procedimiento ideal para evitar las consecuencias negativas de este cambio y mantén tus plantas felices y saludables.

(Fuente: Instagram).
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¿Sabías que puedes pasar tus plantas de agua a tierra sin causarles ningún daño? ¡Así es! El trasplante es un proceso en el que se extrae una planta de su lugar de crecimiento para plantarla en otro sitio diferente. Este cambio puede ser un momento de gran estrés para cualquier especie. Pero no te preocupes, ¡tenemos la solución perfecta para ti!

Para minimizar el shock del trasplante, te presentamos una técnica de jardinería súper útil que mantendrá a tus plantas en perfecto estado durante el cambio. Ya sea que estés moviendo una planta de una maceta al suelo, del suelo a una maceta, o a un huerto o jardín, este método te ayudará a evitar que tu planta se vea afectada.

La clave está en el método del barro. Este procedimiento evita el impacto negativo en el aspecto de la planta durante esta brusca y estresante modificación. ¿Cómo funciona? ¡Es muy sencillo!

Añade diariamente una cucharada de tierra al agua en el que se encuentra el esqueje de la planta que deseas cultivar. Repite este procedimiento durante siete días. Al finalizar este tiempo, será el momento perfecto para trasladar el esqueje a una maceta o directamente al jardín. Además de tener una buena cantidad de raíces, estas estarán mucho más adaptadas a la tierra que le has ido añadiendo durante la semana previa.

Gracias a este sencillo truco de jardinería, podrás evitar que la planta se resienta e incluso que muera tras enfrentarse al proceso de trasplante. Así, le asignarás un sitio mejor para que continúe con su desarrollo.

¿Cómo detectar los daños tras el trasplante?

Si días después de trasplantar tus plantas notas que lucen alicaídas, marchitas, con aspecto quemado, hojas enrolladas o amarillas, y su crecimiento no prospera, es probable que estén sufriendo las consecuencias negativas de este cambio, también conocido como estrés hídrico debido a los cambios de condiciones.

Para evitar esto, te recomendamos escoger el momento adecuado para cada planta, preparar el terreno de manera anticipada, crear un ambiente propicio y conservar la humedad. De esta manera, ninguna de tus especies sufrirá daños tras este cambio tan súbito.