Las naranjas y mandarinas son dos frutas cítricas, que son populares por su rico sabor y su sensación refrescante que además, brinda diversos beneficios a la salud. Ambas forman parte de la familia rutaceas, pero conservan algunas diferencias notables.
En relación a sus diferencias, las naranjas suelen ser grandes y redondas, mientras que las mandarinas son pequeñas, con forma achatada y es más fácil de pelar que las naranjas.
Por otro lado, ambas frutas aportan vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico. Pero las naranjas contienen vitamina B3 y calcio que es fundamental para la salud ósea, y las mandarinas contienen vitamina A, que mantiene la piel saludable.
Estas frutas tienen un alto contenido de antioxidantes que protegen las células del daño causado por radicales libres, mejoran la salud cardiovascular y la digestión. Además, su propiedades son ideales para productos cosméticos.
A pesar de ser saludables y nutritivas, las naranjas y mandarinas no deben ser consumidas en exceso, ya que pueden dañar el esmalte dental, generar diarrea o acidez. Por ende, una ración moderada equivale a tres piezas al día.
Se recomienda consumir estas frutas enteras, ya que la fibra de la pulpa y la piel regula el tránsito intestinal. Además, antes de consumir las mandarinas o naranjas es importante lavarlas con agua para eliminar posibles pesticidas.