El incienso, es una sustancia aromática que se obtiene de resinas vegetales, a la cual se le añade aceite esencial. Este producto aromático, se debe quemar para obtener una fragancia.
Generalmente, si se utiliza con moderación este producto no genera efectos secundarios, pero un exceso de incienso puede generar irritación de las vías respiratorias, causando tos, picazón o dificultad para respirar.
Además, algunas personas pueden ser alérgicas a los componentes del incienso, lo que puede desencadenar una rinitis, asma o conjuntivitis;o inclusive,su exposición prolongada genera dolor de cabeza.
Se recomienda que personas con ciertas afecciones (como asma y otras enfermedades respiratorias), mujeres embarazadas, o niños pequeños y mascotas, se abstengan del uso de incienso.
Un uso seguro consiste en encender incienso en un espacio con ventilación adecuada, para reducir la concentración de humo; utilizar pequeñas cantidades de inciensos y en periodos cortos; elegir incienso naturales y no artificiales; y sobre todo, prestar atención a los síntomas que experimentas al usar el este producto.
Sin embargo, el incienso también produce beneficios para la mente y al cuerpo, ya que, es usado como un producto de aromaterapia, debido a que produce un efecto de relajación y de reducción del estrés, mejora el sueño, estimula la concentración y purifica el ambiente.