La dieta mediterránea es una tradición alimenticia que proviene de las regiones del Mediterráneo, Grecia, Italia y España. Este estilo alimenticio destaca por la variedad de alimentos permitidos.
Asimismo, quienes practican este hábito obtienen mejoras en su salud. Se destaca una reducción en las enfermedades cardíacas, ya que la dieta mediterránea es rica en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas.
Con esta dieta se reducen los riesgos de padecer un accidente cerebrovascular, algunos tipos de cánceres, de contraer diabetes tipo 2, fortalece los huesos, y mejora la función cognitiva.
Eso no es todo, la dieta mediterránea también es ideal para bajar de peso. Esto se debe a que es rica en fibra, la cual te ayuda a sentirte saciado durante más tiempo y regula el tránsito intestinal. Además, es baja en calorías y promueve un consumo moderado de todos los grupos de alimentos.
Los componentes de esta dieta incluye: frutas, verduras y legumbres en cantidad, estas aportan vitaminas y antioxidantes; un consumo moderado de cereales integrales; aceite de oliva como principal grasa vegetal; un consumo moderado de pescado y marisco; consumo moderado de lácteos; y consumo limitado de carnes.
Además, entre su principio la dieta mediterránea motiva a la actividad física para obtener una vida saludable, para así fortalecer los músculos y mejorar el estado de ánimo. Se sugiere realizar al menos 30 minutos de actividad física varios días de la semana.