La vitamina D es un nutriente fundamental para nuestra salud, ya que permite tener en óptimas condiciones el sistema inmunológico, los huesos fuertes y protege contra enfermedades crónicas.
Existen muchas formas de adquirir esta vitamina. Por lo general, se obtiene de la exposición del sol, pero para adquirir la dosis necesaria se depende de la hora y la estación del año; otras formas son con alimentos y suplementos.
Alimentos ricos en vitamina D:
Pescados: los pescados grasos como salmón, caballa o arenque entregan la cantidad diaria necesaria de esta vitamina en nuestro cuerpo. Se aconseja consumir dos veces a la semana.
Huevo: la yema contiene vitamina. Por ende, se debe consumir al menos un huevo diario.
Aceite de hígado de bacalao: es un suplemento natural que se adquiere en aceite o en cápsulas. Contiene vitamina D, pero también ayuda a mejorar las enfermedades intestinales y aliviar la depresión.
Leche: contiene vitaminas E, k, A y D.
Palta: contiene ácidos grasos y vitamina C, D y E.
Los síntomas de déficit en esta vitamina D, se presenta con los síntomas de cansancio, dolor muscular, debilidad, problemas para cicatrizar y mayor riesgo de infecciones.
Por ende, te aconsejamos incorporar estos alimentos que contienen este nutriente esencial para tu organismo y también para tu estado de ánimo, ya que permite la regulación de la serotonina, que es un neurotransmisor que interfiere en el estado de ánimo.
Consulta a tu médico sobre cuál es la dosis de vitamina D que necesitas, y si te encuentras en un déficit es común que te receten suplementos para completar los valores necesarios para el buen funcionamiento de tu cuerpo.