Amantes de los dulces y la historia, hoy les traemos una receta que es un verdadero tesoro de Canarias. Rodeada de misterio y leyendas, la torta Príncipe Alberto es un homenaje a la nobleza y al buen gusto.
Cuenta la historia que la receta surgió en honor a la visita de un príncipe o quizás por una pastelera que encontró en su sabor una nobleza comparable a la de la realeza.
Esta torta es una sinfonía de capas de bizcocho bañadas en café, intercaladas con una mousse de chocolate enriquecida con almendras y avellanas tostadas. Cada bocado es una experiencia única, donde la textura húmeda y esponjosa del bizcocho se une al sabor intenso y cremoso del chocolate.
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Ingredientes:
4 huevos
120 gr de azúcar blanca
1 cdta de esencia de vainilla
120 gr de harina 0000
90 ml de café
Para la mousse de chocolate:
10 yemas
100 gr de azúcar blanca
80 cc de agua (para el almíbar)
160 gr de chocolate cobertura semi amargo
660 cc de crema para batir
10 gr de gelatina sin sabor
50 cc de agua (para hidratar la gelatina)
150 gr de almendras
150 gr de avellanas
Modo de preparación:
El primer acto de esta receta comienza con el bizcocho. Enciende tu horno a 170°C y cubre tres moldes de 20 cm de diámetro con papel manteca.
Para la masa, reúne los huevos, el azúcar y la esencia de vainilla en un bol. Con tu batidora eléctrica, haz que estos ingredientes se integren hasta que se transformen en una mezcla voluminosa y pálida, alcanzando el famoso “punto letra”.
Con la harina tamizada, añade a la mezcla mediante movimientos envolventes. Trasladar la mezcla a los moldes y llévalos al horno de inmediato.
Hornea por 20 minutos o hasta que el palito de prueba salga limpio y seco. Si te sientes aventurero, baña los bizcochos con un café aromático mientras aún están tibios, para que se embriaguen con su sabor.
Ahora, el gran espectáculo: la mousse de chocolate. Separa las yemas y reserva las claras para otro acto culinario. Bate las yemas hasta que se integren.
En una cacerola, crea un almíbar con azúcar y agua, cocinándolo hasta alcanzar los 121°. Vierte este almíbar en las yemas y continúa batiendo hasta que la mezcla se enfríe y tome cuerpo.
Derrite el chocolate cobertura y únelo a mezcla de yemas y almíbar. Monta la crema, asegurándote de que esté fría y rica en materia grasa, e incorpórala a la preparación.
La gelatina, hidratada y activada con calor, se une a la mousse para darle estructura. Separa un tercio para la decoración y guarda el resto en la heladera.
Tuesta las almendras y avellanas, despoja a las avellanas de su piel y procesa ambos frutos secos. Añádelos a la mousse para el relleno.
El gran final: el armado. Coloca un disco de bizcocho en la base de un molde forrado con acetato, añade la mousse de frutos secos, repite con el segundo disco y termina con el último disco invertido y un toque de mousse para decorar.
Decórala a tu gusto y refrigera la torta por al menos 6 horas. Prepárate para recibir aplausos por esta creación majestuosa.
Esperamos que disfrutes cada paso de esta receta y que la torta Príncipe Alberto se convierta en la estrella de tus celebraciones. ¡Que tu cocina se llene de aromas y tu paladar de felicidad!