Los callos, es el engrosamiento de la piel y es generado por la presión o fricción. Casi siempre esta afección en la epidermis se produce en los pies, pero también puede aparecer en manos.
Este problema estético es fácil de identificar, ya que se presenta con una piel gruesa de color blanco, gris o amarillo. No suele ser doloroso, pero pueden causar molestias al caminar o escribir e incluso picazón.
Asimismo, la causa de esta capa en la piel es variada:
Calzado: puede ocurrir por el uso de zapatos ajustados y tacones altos que generan que el pie roce.
Calcetín: no usar medias puede generar fricción y dañar la piel.
Hereditarios: hay personas que por genética son propensos a desarrollar está afección.
Instrumentos o escribir: quienes ejercen actividades reiteradas y manuales pueden generar la dureza en la epidermis.
No cabe duda que el callo es molesto y poco estético. La buena noticia es que es fácil de eliminar, con simples recetas que puedes realizar en tu hogar.
Manzanilla: tiene un poder antiinflamatorio. Por ende, debes buscar un balde con agua y añadir manzanillas, luego coloca tus pies durante 30 minutos. Y ¡listo!
Aceite de coco: tiene la capacidad de suavizar la piel, es antibiótico y antiinflamatorio . Añade el aceite sobre el área con callo y masajea por cinco minutos, por último deja tus pies reposar con aquel líquido graso.
Vinagre de Manzana: también suaviza la piel gruesa. Agrega vinagre en un balde, diluido con agua; luego, sumerge el área afectada por 30 minutos.
Por último, los callos son células en deceso. Por ello, debes usar un calzado cómodo, hidratar tu piel y, sobre todo, exfoliar para reducir el tamaño de las durezas.