Los gatos, esos adorables felinos que nos roban el corazón con sus travesuras y ronroneos, también pueden ser un poco "afilados" cuando se trata de jugar. Pero no te preocupes, tenemos algunos trucos infalibles para que tus mininos aprendan a jugar sin emplear sus dientes como armas secretas.
¡Manos fuera del juego!
¿Quién no ha caído en la tentación de mover las manos como si fueran presas para que el gato las atrape? ¡Todos lo hemos hecho! Pero aquí está el secreto: evita usar tus manos como juguetes. En lugar de eso, ofrece juguetes específicos para felinos. ¿Por qué? Porque así les enseñarás que solo los juguetes son dignos de ser cazados.
Premios para bocas juguetonas
Cuando veas a tu gato usando su boca para jugar, ¡celebra! Sí, como si estuvieras en un partido de fútbol. Háblale en voz baja y dale una recompensa. Puede ser un premio o simplemente palabras cariñosas. Así entenderá que su comportamiento es el adecuado y seguirá jugando sin mordiscos dolorosos.
¿Mordió? Empuja, no retires
¿Te ha sorprendido alguna vez el mordisco de tu gato? En lugar de retirar la mano rápidamente, haz lo contrario: empuja suavemente hacia su boca. ¿Por qué? Porque, según los expertos en comportamiento gatuno, si intentas quitarle la mano, él querrá morder con más fuerza. Pero si reaccionas diferente, lo tomará por sorpresa y probablemente desistirá. ¡Tú ganas!
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Trabajo en equipo
Y aquí viene el toque final: el trabajo en equipo. Si todos los miembros de la familia siguen estos trucos, el gato entenderá que morder no es bienvenido. Así, todos contribuirán a que los juegos sean divertidos y libres de mordiscos.
Así que, querido amante de los gatos, ¡prepárate para disfrutar de sesiones de juego sin filosos dientes!