Vivimos en un mundo cada vez más urbanizado y tecnológico, donde a veces nos olvidamos de la conexión que tenemos con la naturaleza. Sin embargo, la naturaleza es una fuente de vida, de salud y de belleza, que nos aporta bienestar y armonía. Por eso, es importante incorporar elementos naturales en nuestro hogar, que nos recuerden el valor y la riqueza de la biodiversidad. Una forma de hacerlo es creando nuestros propios cuadros vivos.
Los cuadros vivos son estructuras que contienen plantas naturales, que se cuelgan en la pared como si fueran obras de arte. Se trata de una forma de expresar nuestra creatividad y nuestra visión del mundo, a través de la combinación de formas, colores y texturas.
Los cuadros vivos son una manifestación de la estética y la ética, ya que no solo decoran el hogar con originalidad y estilo, sino que también respetan el medio ambiente y contribuyen a su conservación. En este artículo, te contamos qué son los cuadros vivos, cómo se hacen, qué ventajas tienen y cómo puedes incorporarlos a tu casa. ¡No te lo pierdas!
¿Cómo se hacen los cuadros vivos?
Para hacer cuadros vivos, se necesita una estructura que sirva de contenedor para las plantas, un sustrato que las alimente y un sistema de riego que las mantenga hidratadas. El contenedor puede ser un marco, una caja, una botella o cualquier otro objeto que tenga una forma y un tamaño adecuados.
El sustrato puede ser tierra, musgo, fibra de coco o cualquier otro material que retenga la humedad y los nutrientes. El sistema de riego puede ser manual o automático, dependiendo de la frecuencia y la cantidad de agua que necesiten las plantas.
El proceso para hacer un cuadro vivo es el siguiente:
- Se elige el contenedor y se le hace un agujero en la parte inferior para el drenaje.
- Se cubre el fondo y los laterales del contenedor con una tela impermeable, que evite que se filtre el agua y la tierra.
- Se coloca el sustrato dentro del contenedor, presionando bien para que quede compacto.
- Se plantan las plantas que se hayan elegido, haciendo agujeros en el sustrato y colocándolas con cuidado.
- Se riega el cuadro vivo y se deja reposar en posición horizontal durante unos días, para que las plantas se adapten al sustrato y al contenedor.
- Se cuelga el cuadro vivo en la pared, en un lugar que tenga suficiente luz y ventilación.
¿Qué ventajas tienen los cuadros vivos?
Los cuadros vivos tienen muchas ventajas, tanto estéticas como funcionales. Algunas de ellas son:
- Decoran el hogar con originalidad y estilo, creando un ambiente natural y acogedor.
- Purifican el aire, eliminando el dióxido de carbono y liberando oxígeno.
- Reducen el ruido, absorbiendo las ondas sonoras y creando una atmósfera más tranquila.
- Regulan la temperatura, refrescando el ambiente en verano y calentándolo en invierno.
- Aumentan la humedad, evitando la sequedad y el polvo.
- Mejoran el ánimo, aliviando el estrés y la ansiedad, y estimulando la creatividad y la concentración.
¿Cómo incorporar los cuadros vivos a tu casa?
Los cuadros vivos son muy versátiles y se pueden incorporar a cualquier espacio de tu casa, siempre que tengan las condiciones adecuadas de luz, temperatura y humedad. Algunas ideas para colocarlos son:
- En el living, para darle un toque de color y frescura al ambiente.
- En el dormitorio, para crear un clima relajante y favorecer el sueño.
- En la cocina, para tener a mano hierbas aromáticas para cocinar.
- En el baño, para crear un efecto de spa y aromatizar el aire.
- En el pasillo, para llenar de vida un espacio vacío y aburrido.
- En el balcón, para aprovechar el espacio vertical y tener un mini jardín.
Como ves, los cuadros vivos son una opción fantástica para decorar tu hogar con naturaleza y arte. Son fáciles de hacer, de mantener y de personalizar, y tienen muchos beneficios para tu salud y para el medio ambiente.