Exactamente treinta años atrás, Kurt Cobain, líder de Nirvana se transformaba en la última leyenda del rock. El cuerpo del músico fue encontrado tres días después de su muerte por el electricista al que Cobain había contratado para que colocará alarmas y sensores para no sufrir el acoso de curiosos.
Para recordar a uno de los artistas más influyentes de la inolvidable década del noventa, vamos a sumergirnos en lo ocurrido en 1993, cuando Nirvana participó de la serie de show desenchufados de la cadena MTV.
Una noche mítica
El 18 de noviembre de 1993, en los estudios “Sony” de la ciudad de Nueva York, Nirvana cambió de piel, dejó de lado el sonido arrollador y le dio forma al que sería su último disco. Para la ocasión, Kurt Cobain pidió que la ambientación del set fuera de una determinada y particular forma: “Quiero un ambiente con lirios, velas y una araña de cristal”. La productora del evento preguntó ante el pedido del guitarrista: “¿Algo así como un funeral?”. “Exacto, algo así como un funeral”.
Lo ocurrido esa noche fue editado en el álbum “Unplugged in New York” casi un año después, más precisamente el 1 de noviembre de 1994, cuando Kurt ya se había convertido en leyenda. El álbum desenchufado muestra una faceta distinta de Nirvana, guitarras acústicas, climas íntimos y la voz de Cobain hipnotizando a todos. “About a girl” fue el primer single de ese disco que incluyó una mágica versión del gran clásico de David Bowie, “The man who sold the world”. El álbum también incluye una versión de “Jesus doesn't want me for a sunbeam” de The Vaseline (banda “indie” oriunda de Edimburgo) y otras de Meat Puppets (“Plateau”, “Oh me” y “Lake of fire”) entre otras grandes versiones.
Sin dudas, “Unplugged in New York” es uno de los grandes discos de la década y una clara muestra del enorme talento de Kurt Cobain y compañía. El 5 de abril de 1994 Cobain pasó a la eternidad dejando en este plano, una obra y un recuerdo imborrable.