Dentro del maravilloso mundo de las suculentas, una de las especies más elegidas para embellecer el hogar es la Echeveria Mauna Loa. Con sus múltiples formas, tamaños y vibrantes tonalidades, estas plantas son increíblemente fáciles de cuidar y perfectas para cualquier espacio. Hoy nos centraremos en esta espectacular suculenta.
La Echeveria Mauna Loa es un híbrido creado por Dick Wright, cruzando una Echeveria Gibbiflora Carunculata y otros cultivares en Fallbrook. Su nombre proviene del majestuoso volcán Mauna Loa en Hawái. Esta suculenta forma grandes rosetas de hojas coloridas, con una particularidad encantadora: sus bordes se ondulan, creando un espectáculo visual único.
Guía de cuidados: secretos y recomendaciones
Esta especie puede alcanzar hasta 60 centímetros de diámetro, y sus tallos pueden crecer hasta 15 centímetros de altura. Las hojas comienzan en un tono verde y, a medida que se desarrollan, se tornan azul y rosa. Sus flores son anaranjadas, añadiendo otra capa a su distintiva paleta de colores.
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Iluminación
Como la mayoría de las suculentas, la Echeveria Mauna Loa necesita una buena dosis de luz solar. Colócala en el exterior o cerca de una ventana donde reciba al menos 6 horas de sol al día.
Riego
Los riegos deben ser moderados, siempre aplicando agua cuando el sustrato esté completamente seco. Es resistente a los largos períodos de sequía, pero el exceso de agua puede ser perjudicial. Utiliza una maceta con buen drenaje para evitar encharcamientos.
Trasplante
El trasplante solo debe realizarse si es necesario y siempre durante la estación más cálida. Asegúrate de que la tierra esté seca antes de retirar la suculenta, remueve las raíces viejas y fortalece su crecimiento con un sustrato rico en nutrientes.
Plagas y enfermedades
Presta especial atención al ataque de pulgones, tratándolos con un pesticida natural. El principal cuidado debe estar en las cantidades de agua, ya que el encharcamiento puede provocar enfermedades y bacterias.
La Echeveria Mauna Loa cumple con todos los requisitos de una suculenta ideal: una belleza incomparable, un arcoíris de colores que contrastan y combinan a la perfección, y cuidados sencillos para que crezca radiante, ideal para reposar entre la vegetación del jardín.