Dentro de mundo de las plantas, una de las que más se desataca es la Nertera Granadensis, siendo una de las especies más utilizadas para la decoración de interiores.
El atractivo principal de esta planta se basa en sus potentes colores, que combinan un frondoso follaje verde de hojas pequeñas con bayas diminutas con tonos como el naranja, rojo, blanco o amarillo.
A esto se le suma que, la Nertera Granadensis se desarrolla mejor en un ambiente fresco, por lo que se convierte en una excelente opción para cultivarla en maceta dentro de tu propia casa.
En su hábitat natural, esta planta se puede encontrar en regiones de América Central y Sur y no soporta las altas temperaturas (máximo 20º C) y puede llegar a marchitarse a menos de 5º C.
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Es por eso que muchos optan por mantenerla en el interior del hogar, brindándolo todo con sus tonos verdes y anaranjados (en la versión más común de la planta) los cuales llegan a su punto más alto durante la temporada de otoño invierno, convirtiéndose así en una excelente propuesta para la decoración.
Cuidados
En cuanto a los cuidados, podemos decir que la Nertera Granadensis requiere un espacio bien iluminado dado que no prospera en sitios sombríos. Sin embargo, debes cuidarte de no exponerla al sol directo ya que podría llegar a quemar sus hojas.
En cuanto al riego, lo más recomendable es utilizar el método de inmersión (introducir sus raíces en el agua). No obstante, se puede mantener con un riego normal siempre y cuando le demos agua en la tierra pero sin mojar sus hojas.
Por otra parte, la Nertera Granadensis requiere de un sustrato ligero y aireado, el cual se puedo conseguir añadiendo un poco de arena a la tierra.
También se puede abonar en época primaveral, pero debemos tener cuidado con el exceso de nitrógeno. Esto hará que la planta desarrolle unas hojas más verdes y grandes, perdiendo fuerza en sus bellísimas bayas de tonos rozagantes. Cabe aclara que no son comestibles.