Cuando hablamos de bizcochos al estilo Bay Biscuit hablamos de un producto que se originó en el siglo XIV con el fin de mantener comestible a la masa de pan cortada en forma de torta chata durante las largas travesías por el mar y cuya receta se fue adaptando a cada región y gusto.
Lo cierto es que esta receta es una preparación clásica de las abuelas, ya que es la preferida de los más pequeños de la familia. Además, los bizcochos tipo Bay Biscuit son muy fáciles de realizar y necesitan pocos ingredientes.
Entonces, sin más preámbulos te dejamos a continuación el sencillo procedimiento y todos los secretos de la abuela para que puedas elaborar en casa estos bizcochos crocantes, livianos y saludables.
Ingredientes:
3 huevos
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1 taza de azúcar
80 cc de aceite de maíz
2 tazas de harina leudante
Esencia de vainilla
Modo de preparación:
El primer paso de esta receta consiste en colocar en un bol los huevos y el azúcar y con batidora eléctrica a máxima potencia vas a batir hasta que la mezcla se encuentre blanca y espumosa.
Luego, vas a añadir lentamente el aceite para que se incorpore a la perfección con el resto de los ingredientes.
A continuación, debes agregar la harina, la cual debe estar previamente tamizada. En este punto vas a utilizar una espátula para efectuar movimientos envolventes y así lograr que se mantenga el batido.
En el siguiente paso hay que colocar la masa en un molde rectangular de aproximadamente 22 por 25 cm enmantecado y enharinado y lo vas a llevar a un horno suave durante 40 o 50 minutos.
Cumplido este tiempo vas a proceder a desmoldar la preparación, para después efectuar el corte en barras de la misma.
Por último, solo resta llevarlas al horno para secarlas y conseguir esa textura crocante que caracteriza a estos bocadillos. Para ello será fundamental que una vez que los retires del horno ubiques los bizcochos sobre una rejilla.
De esta manera, siguiendo estos simples pasos, obtendrás como resultado de esta original receta de la abuela unos exquisitos bizcocho tipo Bay Biscuit para disfrutar durante tu desayuno, merienda o, mejor aún, durante las rondas de mate.