El 29 de agosto se celebra el Día del Árbol en Argentina, una fecha que busca concientizar sobre la importancia de los árboles para la vida del planeta y la necesidad de protegerlos y conservarlos. Los árboles son fundamentales para limpiar el aire, proporcionar oxígeno, proveer alimentos, prevenir la erosión de los suelos y combatir el cambio climático.
El origen del Día del Árbol se remonta al año 1900, cuando el doctor Estanislao Zeballos, un exponente de la Generación del 80, propuso al Consejo Nacional de Educación establecer un día especial dedicado a los árboles nativos de nuestro país. Zeballos fue escritor, periodista y director de la Sociedad Rural, y promovió el cultivo y la valoración de las especies autóctonas, que tienen múltiples beneficios ambientales, económicos y culturales.
Entre los árboles nativos de Argentina se destacan el algarrobo, el ibirá-pitá, el ombú, el pino Paraná, el cedro misionero, la ceiba y la bauhinia, entre otros. Cada uno de ellos tiene características propias que los hacen únicos y adaptables a diferentes climas y suelos. Algunos de ellos también son aptos para plantar en el jardín, ya sea por su belleza ornamental, su sombra refrescante o su floración espectacular.
A continuación, te presentamos algunos árboles autóctonos que podés poner en el jardín y disfrutar de sus bondades:
Algarrobo (Prosopis alba y nigra)
Es considerado el árbol por excelencia de Argentina, ya que proporciona alimentos, madera, forraje y medicina. Tiene un porte de hasta 16 metros de alto y una copa amplia y frondosa. Sus frutos son vainas dulces que se pueden consumir frescas o procesadas en arrope, aloja o añapa. Su madera es dura, resistente y de color rojizo. Se adapta bien a climas secos y suelos pobres.
Ibirá-pitá (Peltophorum dubium)
Es un árbol nativo del noreste argentino, que se destaca por su floración amarilla intensa y abundante. Tiene un porte de hasta 25 metros de alto y una copa redondeada y densa. Sus flores son pequeñas y perfumadas, y atraen a las abejas y otros polinizadores. Su madera es roja, dura y pesada, y se usa para carpintería, ebanistería y construcción. Se adapta bien a climas templados y húmedos.
Ombú (Phytolacca dioica)
Es uno de los árboles más emblemáticos de Argentina, por su tamaño gigantesco y su forma peculiar. Tiene un tronco corto y grueso que se ramifica en múltiples raíces aéreas. Su copa puede alcanzar hasta 20 metros de diámetro y ofrece una sombra generosa. No tiene flores ni frutos, pero sí hojas grandes y verdes que caen en invierno. Su madera es blanda y esponjosa, por lo que no se usa para fines industriales. Se adapta bien a climas cálidos y suelos fértiles.
Pino Paraná (Araucaria angustifolia)
Es un árbol nativo del norte de Misiones, que forma parte del patrimonio natural y cultural de la región. Tiene un porte de hasta 50 metros de alto y una copa piramidal y simétrica. Sus hojas son aciculares (en forma de aguja) y perennes. Sus frutos son piñas leñosas que contienen semillas comestibles llamadas piñones. Su madera es blanca, liviana y fácil de trabajar, y se usa para muebles, pisos y artesanías. Se adapta bien a climas subtropicales y suelos profundos.
Cedro misionero (Cedrela fissilis)
Es un árbol nativo de las selvas del noreste argentino, que se caracteriza por su madera de alta calidad y su aroma agradable. Tiene un porte de hasta 30 metros de alto y una copa ovalada y caduca. Sus hojas son compuestas y de color verde claro. Sus flores son pequeñas y blancas, y se agrupan en panículas. Sus frutos son cápsulas leñosas que se abren al madurar y liberan semillas