Los vigilantes, también conocidos como bizcochos rioplatenses, son unas facturas muy populares en Argentina, que por su delicioso sabor y textura crocante, su receta rápidamente trascendió fronteras.
Se trata de una opción dulce muy típica para degustar durante el desayuno o la merienda, cuya receta es tan sencilla que la puedes preparar en casa en pocos minutos para que tus invitados se deleiten con su sabor irresistible.
Ten en cuenta que se trata de una preparación sumamente sencilla, que nunca más querrás comprarlas en la panadería si puedes realizarlas con tus propias manos desde la comodidad de tu hogar.
Ingredientes:
200 ml de agua
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330 gr de harina
11 gr de levadura
3 cucharadas de azúcar
¼ cucharada de sal
200 gr de grasa
Esencia de vainilla
Para el almíbar:
¼ taza de agua
¼ taza de azúcar
Modo de preparación:
Para que puedas degustar con la familia o amigos estos exquisitos vigilantes, lo primero que debes hacer es colocar en un recipiente hondo el agua, la levadura, el harina, el azúcar y sal para integrarlos con una cuchara.
Luego, vas a volcar la preparación sobre la mesada para efectuar un amasado suave durante 5 minutos para obtener una masa tierna y suave a la que vas a dejar descansar hasta que duplique su tamaño.
Posteriormente, en otro recipiente vas a colocar la grasa, la cual debe estar bien blanda, y le vas a añadir un chorrito de esencia de vainilla y la vas a ubicar a un costado para emplear en el siguiente paso.
A continuación, vas a estirar la masa con un palo hasta que tenga un grosor de un poco menos de un centímetro, y la vas a cubrir por completo con toda la mezcla de grasa que habíamos reservado anteriormente.
Después, procedemos a enrollarla y con ambas manos vamos a presionar el rollo de tal forma que la grasa consiga adherirse por completo en el interior de la masa y este cilindro quede lo más finito posible.
Seguidamente, vas a cortar la masa en trozos de aproximadamente 20 centímetros de largo y los vas a dejar descansar a los vigilantes por unos cinco minutos.
Luego, vas a ubicarlos sobre una placa para horno, no sin antes estilarlos nuevamente desde los extremos y girando suavemente uno de ellos para conseguir que adquieran la forma torneada que tanto los caracteriza.
Por último, vas a llevar la placa a un horno a 200° durante 15 minutos, hasta que estén perfectamente dorados y cuando los retires le aplicar con un pincel al almíbar, el cual surge de la mezcla del agua con el azúcar.
Finalmente, con los vigilantes recién humedecidos, los rociamos por encima con azúcar, para que tengan ese toque crocante tan delicioso que lo convierte en una excelente opción para acompañar el desayuno o la merienda.
De esta manera, gracias a esta sencilla receta podrás replicar a la perfección los exquisitos vigilantes que suele comprar en la panadería y que ahora se convertirán en tu opción preferida a la hora de sorprender a tus amigos o tu familia.