La planta de tomate es una de las que destaca dentro de la huerta urbana por su rápido crecimiento y por la gran cantidad de flores y frutos que produce, algo que sin lugar a dudas se sustenta en una frecuente aplicación de distintos métodos de fertilización.
Sin embargo, más allá de los abonados tradicionales, la tomatera puede crecer exponencialmente y ser protagonista de una abundante cosecha simplemente aplicando un económico fertilizante natural que ayudará a multiplicar los frutos de la planta.
Sucede que para un correcto desarrollo de esta especie, cuyo nombre científico es Solanum lycopersicum, es fundamental aplicar un abonado rico en nutrientes y por eso en esta nota te contamos el secreto para que puedas apreciar su explosivo crecimiento.
Este método que suelen utilizar los profesionales consiste en mezclar las beneficiosas propiedades que posee la leche, la ceniza de madera y el agua, siendo además una mezcla totalmente natural y muy respetuosa con la preservación del medio ambiente.
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Entonces, para poner esta solución a prueba con los tomates que cultivas en tu huerta urbana, lo primero que debes hacer es obtener una taza de cenizas de la combustión de madera natural, para luego mezclarla con cinco litros de agua tibia.
Una vez que este polvo grisáceo se haya disuelto por completo, procederemos a filtrar el líquido por un colador de malla fina para quitar los residuos de manera que el líquido quede libre de impurezas.
Luego, para continuar con la preparación de este potente fertilizante debemos colocar en un recipiente hondo una taza de leche y dos tazas de agua e integramos ambos ingredientes solo con la ayuda de una cuchara.
Finalmente, vamos a combinar la primera preparación, la de ceniza y agua, con esta última de leche diluida y así obtendremos un abono líquido muy beneficioso para nutrir nuestras plantas de tomates desde la raíz, lo que sin lugar a dudas para a repercutir en sus crecimiento y la producción de sus frutos.
Aplicación y uso correcto
Antes de aplicar este fertilizante casero en nuestras tomateras, lo primero que debemos hacer es regarlas bien, ya que esto nos garantiza que las raíces están listas para absorber los nutrientes de la mezcla de leche, ceniza y agua.
Asimismo, recomiendan aplicar esta preparación cada dos o tres semanas durante la temporada de crecimiento del tomate, siempre con la precaución de no mojar sus hojas para evitar que estas puedan llegar a quemarse a causa de la concentración de la leche.
En conclusión, revelado este secreto, tienes en tus manos una fórmula muy efectiva y económica para potenciar el crecimiento de tu planta de tomate, la misma que de por sí tiene una notable importancia entre los cultivos de tu huerta urbana.