Si alguna vez te pasó que antes de la madrugada has escuchado la intensa y armoniosa melodía de un pájaro, al punto incluso de sentirla dentro de tu propia habitación, es seguramente porque un Zorzal, se ha detenido a cantar en tu casa.
Si bien esto puede ser algo común, sobretodo en muchas regiones de sudamérica donde este pájaro, tiene su hábitat natural, puede también que su visita a nuestro hogar tenga en realidad un sentido diferente.
Las aves, simbólica y espiritualmente, se asocian al elemento aire, elemento que principalmente está vinculado con la conciencia, el intelecto y la percepción, con lo cual, es probable que no solo aparezca en tu vida para despertarte las noches de sueño liviano o evitar que duermas aquellas noches que estás preocupado, sino más bien, puede que traiga consigo una enseñanza y un poderoso mensaje espiritual.
En este sentido, entre sus posibles significados, existe la creencia popular de que este hermoso pájaro, ha llegado para despertar nuestra conciencia e invitarnos a reflexionar respecto a cómo nos manifestamos en nuestros actos cotidianos, en los cuales a veces, actuamos de manera inoportuna, al hacer que nuestras propias palabras los afecten y alteren a los demás.
Es decir, que su visita quizás se deba a que ha llegado la hora de hacer una mirada introspectiva y plantearnos cómo tratamos a los demás, ya que, nuestro "intenso e inoportuno canto" por decirlo de alguna manera, pueda estar siendo el factor que modifique los estados de ánimo de quienes habitualmente comparten la vida con nosotros, trayendo consigo nuestro propio enojo, preocupación o malestar.
Las enseñanzas espirituales
Asimismo, el Zorzal, es un pájaro considerado símbolo de adaptación, alegría, comunicación y creatividad, nos invita a conectar con nuestro Yo interior, para reencontrarnos con nosotros mismos desde el amor, la lealtad y la entrega, y desde ese lugar, poder comunicarnos de manera correcta y brindar a nuestro seres queridos, la protección, ayuda y compañía que establecen y fortalecen una relación de absoluta confianza, tal y como ésta monógama ave hace con su familia a lo largo de toda su vida.