Con el paso del tiempo, las herramientas o utensillos de metal se oxidan por su poco uso o escaso mantenimiento. Guardarlas estando húmedas o en lugares que tengan estas condiciones, ayudan a que se acelere el proceso de oxidación. Esas manchas naranjas suelen dañar nuestras prendas y objetos más queridos, por eso, queremos compartirte tips de limpieza para que puedas salvarlas.
Si bien existen productos químicos comerciales que ofrecen solucionar esta problemática, nuestra propuesta se basa en trucos de limpieza caseros. A continuación, te mostramos cómo quitar el óxido de tus elementos hogareños de forma fácil, económica y sencilla.
Cómo quitar el óxido de la ropa
Lo primero que debes tener en cuenta es no refregar la prenda dañada para no expandir la mancha mucho más. Una posible solución es verter un poco de leche caliente (casi hirviendo), sobre la zona naranja.
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Lo siguiente es mojar en el líquido un paño limpio, y dejarlo reposar sobre la ropa manchada. La leche absorberá el óxido. Después, déjala secar y lava la tela con normalidad.
Otra alternativa es cubrir la zona manchada con una buena cantidad de pasta de jugo de limón mezclado con sal a partes iguales. Notarás que la preparación está lista, cuando tenga consistencia de una crema. Luego de unas horas de reposo, procede a lavar la prenda como de costumbre.
Cómo quitar el óxido de otros elementos
Una de las mejores opciones es el bicarbonato de sodio, un ingrediente súper económico y fácil de usar que te ayudará a eliminar más de una mancha. Para sacar el óxido, se recomienda humedecer esta sustancia con un poco de agua y aplicarlo sobre los objetos dañados con la ayuda de un cepillo o esponja suave para evitar que se rayen.
Otra alternativa es utilizar vinagre de manzana, el cual suele ser muy eficiente con elementos metálicos pequeños por su liquidez. Para obtener resultados, solo debes sumergir por completo el elemento manchado dentro de un recipiente con este ingrediente casero.
Luego, déjalo reposar por al menos ocho horas. Una vez que haya pasado ese tiempo, debes frotar suavemente con una esponja. En caso de que el óxido no sea removido, puede funcionar si se repite el proceso, renovando el vinagre tras cada limpieza.
Otra alternativa
Por último, te proponemos un truco de limpieza poco convencional. En caso de tener un cuchillo oxidado, te sugerimos que lo claves dentro de una papa por una noche. El ácido oxálico que tiene este tubérculo te permitirá quitar la acumulación de esa mancha rojiza poco agradable.