Calu Rivero vive días de absoluta felicidad, ya que la llegada de su primer hijo, Tao, quien con su nacimiento el pasado 22 de febrero, cambió para siempre el sentido de sus días colmándolos de alegría.
Pero además, recientemente la actriz Calu Rivero celebró sus 36 años de vida y, abrazada fuertemente a su hijo, fruto de su relación con “Aíto” de la Rúa; se mostró agradecida por haber recibido el mejor regalo de todos.
Sucede que la artista no dudó en utilizar sus redes sociales para compartir con sus 961 mil seguidores lo bien que la pasó en el día de su cumpleaños, tal es así que su sonrisa se ve con claridad en todas las postales que mostró.
Sin embargo, como ahora canaliza todas sus energías en la crianza de su hijo Tao, la cantante se mostró aferrada al pequeño en todo momento, por tratarse de su primer cumpleaños junto a su primogénito, siendo este el mejor regalo que le dio la vida.
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“Celebro mi primer cumpleaños con Tao. Gracias Aíto te amo, que alegría tener a Tao entre nosotros. Gracias Familia por la contención, el amor y ayudarme en este camino nuevo, gracias por llenarme de alegría la cotidianidad.”
Además de agradecer a sus familiares más cercanos, quienes la sorprendieron con una torta sumamente colorida, la actriz también festejó en compañía de sus amigas y allí se la pudo ver soplando las velitas en un sitio al aire libre y colmado de naturaleza en estado puro.
Lo cierto es que además de celebrar por su extensa trayectoria artística, para Calu el sueño de convertirse en madre está cumplido, motivo por el cual se muestra sumamente feliz y disfrutando de esta hermosa etapa que atraviesa desde la llegada de su bebé.
El saludo de Aíto
El padre de Tao y flamante novio de Calu, utilizó también sus redes sociales para dedicarle un romántico saludo a la actriz y subió una enternecedora postal familiar para ilustrar el posteo.
“Tao bendito tu eres entre todas las mujeres. La familia unida jamás será vencida. Amora mia feliz día y que los cumplas muchos mas.”
Con esta hermosa foto, quedó a las claras la felicidad que experimenta tanto “Aíto” de la Rúa como Calu Rivero desde la llegada de su hijo, quien se convirtió en la luz de sus ojos, tal como ellos mismo lo demuestran.