Tal y como había anunciado Santiago del Moro, este lunes ingresaron seis nuevos participantes a Gran Hermano. Se trata de los familiares de los concursantes, quienes estarán acompañándolos durante algunos días, pero no podrán revelar nada de lo que pasa en el exterior.
Los participantes de Gran Hermano se mostraron felices y emocionados por ver a sus seres queridos. Sin embargo, los recibimientos más emotivos y efusivos fueron los de Camila, Nacho y Marcos.
La primera en entrar a la casa fue Valentina, la hermana de Marcos. “Tiene 26 años, es de Salta y vive en Francia con su novio donde trabaja como profesora de español”, dijo el conductor en su presentación.
Al momento de ingresar, su hermano se encontraba en la habitación. Cuando sus compañeros le avisaron que había llegado su familiar, el jugador no pudo contener su sorpresa. Luego se abrazó con ella muy cariñoso y conmovieron a todos.
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A ella le siguió Florencia, la hermana de Camila. Según comentó Santiago del Moro, la joven de 21 años, es de Ituzaingo, vive con su mamá y es jugadora profesional (ataja en la primera de Independiente).
La emoción de las gemelas fue absoluta, corriendo a abrazarse, saltaron y lloraron sin poder creer que volvieron a estar juntas.
El último en ingresar a la casa fue Rodolfo, el papá de Nacho Castañares. El participante fue corriendo a recibir a su padre y también se abrazaron largamente, en un momento en que las lágrimas de emoción dominaron la escena.
La advertencia
Luego de que ingresaran todos los familiares, Santiago del Moro hizo una advertencia fundamental para que los participantes del reality no rompan el aislamiento.
“Se lo digo a los dos: a los que están adentro y los que vinieron de afuera. Una jugada en falso que Gran Hermano detecte y evalúe como infracción, al jugador lo manda a placa. Y a las visitas, las eyecta de la casa. No pregunten cosas que quieran saber”, avisó el conductor.