Seguro que al leer o escuchar la palabra agua solarizada, muchos piensen que se trata de un nuevo producto o bebida. Sin embargo, es mucho más simple que eso. Hablamos de agua expuesta al sol, una manera de potenciar y activar sus propiedades de una manera muy beneficiosa para el uso cotidiano o incluso para la huerta o el jardín.
Antes que nada, debemos saber que la luz solar proporciona rayos infrarrojos que, al pasar a través del vidrio de la botella, calientan el agua y activan las moléculas. Esto se conoce como “Dinamizar el agua” haciendo que esta tome vida. El resultado de ese proceso, es el agua solarizada.
A esta modalidad también se la denomina como “agua energizada por el sol”, y es muy utilizada en cromoterapia, que es el método de curación a partir de los colores.
Este procedimiento consiste en exponer a los rayos del sol el agua potable o de lluvia, dentro de botellas de vidrío de diferentes colores durante algunas horas. Siempre el recipiente debe estar destapado.
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De esta manera, el agua estará absorbiendo la energía vibracional de ese color en particular, y cumpliendo con la función de esterilizar. Además, se elimina cualquier tipo de bacteria y el cloro.
Luego puede ser bebida o se puede usar para bañarse, por lo que se aprovecha los beneficios de dicho color, incluso, puede ser utilizada como agua para riego de las plantas o la huerta.
Sus múltiples beneficios
Los expertos en el tema aseguran que según el color de la botella que uses, obtendrás distintos beneficios para el cuerpo. Con el azul se cree que se mejora el sistema respiratorio, la garganta y todo lo referente a la tiroides.
Con una botella verde, tendrás agua solarizada que mejorará la circulación del cuerpo y el insomnio. Con una violeta obtendrás propiedades anti inflamatorias, y con una amarilla beneficios para el sistema nervioso, hígado e intestino.