El fin del mundo es un tema recurrente en la literatura, el cine, la televisión y los videojuegos. Desde catástrofes naturales hasta invasiones alienígenas, pasando por guerras nucleares, pandemias, zombis o inteligencias artificiales, las historias sobre el apocalipsis nos fascinan y nos aterran a partes iguales. Pero, ¿por qué nos atrae informarnos sobre un posible fin del mundo? ¿Qué nos lleva a buscar y consumir este tipo de contenidos? ¿Qué beneficios o riesgos tiene para nuestra psicología y nuestra sociedad?
Según los expertos, hay varias razones por las que los humanos buscamos historias sobre el fin del mundo, y no todas son negativas. Algunas de estas razones son:
Curiosidad e imaginación
Los humanos somos seres curiosos y creativos, que nos gusta explorar lo desconocido y lo imposible. Las historias sobre finales del mundo nos permiten imaginar escenarios hipotéticos que nos hacen reflexionar sobre nuestra propia existencia, nuestros valores y nuestras prioridades. Además, nos ofrecen una forma de escapar de la realidad y de vivir experiencias extraordinarias a través de los personajes.
Según un estudio de la Universidad de Minnesota, publicado en la revista Psychological Science, las personas que leen o ven historias apocalípticas experimentan una mayor sensación de control sobre sus vidas y una mayor autoestima.
Miedo y preparación
Los humanos también somos seres vulnerables y conscientes de nuestra mortalidad, que tememos a lo que no podemos controlar o predecir. Las historias sobre finales del mundo nos ayudan a enfrentar nuestros miedos y a prepararnos para posibles amenazas. Nos permiten simular situaciones extremas y aprender de los errores o aciertos de los personajes. También nos dan la oportunidad de expresar nuestras emociones y liberar nuestra ansiedad.
De acuerdo con el psicólogo social John Jost, de la Universidad de Nueva York, las historias de fin del mundo nos permiten proyectar nuestros miedos y frustraciones sobre el estado del mundo y buscar un sentido de justicia o redención.
Esperanza y sentido
Los humanos, por último, somos seres resilientes y optimistas, que buscamos esperanza y sentido en medio del caos. Las historias sobre finales del mundo nos muestran que, incluso en las circunstancias más adversas, puede haber supervivencia, resistencia, solidaridad y heroísmo. Nos inspiran a buscar soluciones y a actuar para evitar o mitigar los riesgos que amenazan nuestro futuro.
Para el antropólogo Scott Atran, de la Universidad de Michigan, las historias de fin del mundo nos ofrecen una visión simplificada y maniquea de la realidad, donde el bien y el mal están claramente definidos y donde podemos identificarnos con los héroes o los supervivientes.
Así pues, informarnos sobre un posible fin del mundo puede tener efectos positivos o negativos, dependiendo de cómo lo hagamos y de cómo lo interpretemos. Lo importante es ser conscientes de que se trata de ficciones, que no tienen por qué reflejar la realidad ni determinar nuestro destino. Lo que sí pueden hacer es motivarnos a cuidar de nuestro planeta, de nuestra sociedad y de nosotros mismos, para que el fin del mundo sea solo una historia, y no una profecía.