Si buscabas una planta ornamental que se destaque en las paredes de tu jardín, entonces debes conocer a la enamorada del muro. Se trata de una bellísima especie nativa de Japón, China y Vietnam, que se destaca por ser trepadora, parenne y que puede alcanzar entre 6- 8 metros de altura, plantado en tierra.
Los finos tallos de la enamorada del muro se agarran con facilidad al suelo o a las paredes mediante raíces adherentes. Y si bien se la suele ver mayormente en el espacio exterior, también se ha vuelto popular en los últimos tiempos como planta de interior, colgando de las macetas o cubriendo jardineras.
Es un género compuesto por unas 800 especies de árboles, arbustos y trepadoras, que producen ramilletes de pequeñas flores que son casi imperceptibles. A continuación, te compartimos sus cuidados básicos para que se luzca en tu jardín en todo su esplendor.
Cómo cuidar a la enamorada de muro
Iluminación: esta planta no soporta la exposición directa al sol. Cuando esto sucede las hojas adoptan una coloración amarilla y se verán dañadas fácilmente.
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Temperatura: la enamorada del muro es susceptible al frío, pues las temperaturas inferiores a los 3ºC, pueden quemar sus hojas. Por este motivo, en zonas con inviernos de heladas frecuentes, la planta deberá resguardarse.
Poda: debido a su rápido crecimiento, lo mejor es podarla una vez al mes para que permanezca sujeta a la pared como es debido y no se caiga. Asimismo, podar los frutos en cuanto aparezcan.
Reproducción: esta bella especie se multiplica por esquejes jóvenes o semimaduros, en cualquier época del año.
Riego: para que la enamorada de muro se desarrolle correctamente el substrato siempre debe estar ligeramente húmedo. Se recomienda regar esta planta cada 2-3 días en verano y 1 vez por semana en invierno.