La crianza de los perros abarca varias tareas por prestar especial atención y cuidado, y uno de los comportamientos tradicionales de las mascotas (o mejor amigo del hombre) es realizar pozos en el jardín, arruinando muchas veces la vegetación del hogar. ¿Cómo evitarlo? Acá te contamos cada uno de los secretos.
La solución de este problema tradicional en las familias con mascotas puede ir desde la necesidad de ejercicio y atención del perro, hasta la creación de un entorno ideal para que juegue y se divierta. Estas son las recomendaciones de los expertos:
Basta de pozos en el jardín: tips y recomendaciones
El primer consejo es proporcionarles a las mascotas suficiente ejercicio como para que consuman gran parte de su energía acumulada, ya que una de las razones por las que cavan pozos en el jardín es por exceso de la misma. Los paseos y juegos en familia son las soluciones más sencillas y efectivas.
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Evitándoles el aburrimiento es otra de las soluciones más comunes, en los momentos en donde el perro juegue en el jardín se lo puede acompañar con juegos y distintas tareas. Su falta de atención en momentos de ocio puede derivar en estos comportamientos no deseados.
La supervisión de los perros es otra de las formas de reducir sus “trabajos de arqueología” y excavaciones, redirigiendo su atención con su juguete preferido o retándolo con un ‘no’ claro y efusivo. La clave aquí es reforzar su conducta de forma positiva, repitiendo este proceso hasta que reduzca la frecuencia de su comportamiento.
En caso de que el perro continúe con sus pozos, se puede delimitar un cierto espacio en el jardín para que los realice, enseñándole que solamente en dicho sector puede remover la tierra para quemar energía.
Y por último siempre está presente la opción de consultarlo con un experto, acudiendo con su veterinario o un adiestrador de canes, evitando de esta forma la excavación y posibles problemas de salud por la ingesta de la tierra.
La presencia de los perros en el hogar ha crecido como nunca antes, y su presencia no pasa desapercibido en absoluto, siendo un integrante más de la familia. Y para una buena convivencia sin sus “travesuras” es importante estar atentos a todos los detalles: desde mantener activa su actividad física hasta evitarle momentos de aburrimiento.