Cuando se trata de decoración, hay materiales que a menudo nos sorprenden por su versatilidad, transformando elementos cotidianos en piezas únicas y atractivas. Uno de esos materiales subestimados es el cemento, conocido principalmente por su utilidad en la construcción, pero que posee un potencial creativo que va más allá de los cimientos y las paredes.
Hoy nos aventuramos a explorar la funcionalidad del cemento, descubriendo una manera encantadora de darle vida a nuestro entorno. Te guiaremos paso a paso a través de un proyecto de decoración emocionante y sostenible, utilizando un simple cartón de leche usado como molde, para crear pequeñas casitas de cemento que añadirán un toque de magia y originalidad a tu espacio.
Estas pequeñas estructuras se convertirán en elementos decorativos multifuncionales, desde encantadores floreros, hasta porta velas que iluminarán tus noches.
Te podría interesar
Casitas de cemento
Para hacer las casitas necesitamos cajas de cartón de jugo o leche. Primero debemos recortar el envase formando dos triángulos en ambos laterales opuestos.
En una de las aletas laterales debemos marcar un circulo y recortarlo. A continuación, sellamos con cinta de papel para que no se filtre el cemento.
Por otro lado, preparamos el cemento, la clave esta en prepararlo con una consistencia medio liquida así podemos llenar el molde hasta arriba.
Inmediatamente después debemos colocar un tubo de ensayo o cualquier cilindro del mismo diámetro, por el agujero. Para que este se pueda desmoldar lo podemos engrasar con un poco de aceite.
Alrededor del tubo sellamos con pistola encoladora para que cuando lo debemos vuelta no se filtre el cemento.
Primero hay que dejarlo orear unos minutos y después debemos darle la vuelta para que el cemento baje a la parte de arriba. Lo dejamos boca abajo hasta que este completamente seco y podamos desmoldar.
Una vez seco, desmoldamos, retiramos el tubo y comenzamos a darle los detalles finales.
En este caso elegimos hacer una craquelado. Primero pintamos la superficie con cola vinílica, dejamos secar unos minutos y después pintamos con una pintura que da efecto craquelado.
Cuando la pintura se seque completamente agregamos cera orgánica y después un poco de betún de judea, que retiramos suavemente con un paño para que solo quede levemente pintado.
Y listo, si agregas de nuevo el tubo de ensayo se puede usar como florero y si no puede ser un bellísimo porta velas. De cualquier manera, es un bellísimo objeto de decoración.