El Lisianthus es una hermosa planta ornamental que se destaca por sus bellas flores coloridas utilizadas para la decoración de jardines, casa e incluso ramos de novia.
Esta planta posee una inmensa cantidad de flores en su versión silvestre abarcando una amplia paleta de colores y es una de las más admiradas debido a su aspecto aterciopelado.
El Lisianthus llegó a Europa en los años 30 a través de Japón, donde en la actualidad se desarrollan híbridos que se comercializan alrededor del mundo.
En tanto, en su forma silvestre, pueden ser encontradas en el norte de México y sur de Estados Unidos, llegando a presentar flores en tonos blancos, cremas, rosas, verdes, azules o púrpura siendo los dos últimos los más comunes y a los que se suman el salmón y lavanda para el diseño de arreglos florales.
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Esta planta posee un follaje perenne que presenta una roseta de hojas en tono verde azulado que reavivan la hermosura del Lisianthus. También, algunas civilizaciones históricas como lo griegos, la han sabido utilizar para relaizar recetas medicinales.
El verano es la época del año en que el Lisianthus alcanza su mayor esplendor, mostrando sus hermosas y vistosas flores, la cual puede llegar a resistir todo el año si la mantenemos dentro del hogar en un lugar bien iluminado y nos ocupamos de ella.
Cuidados del Lisianthus
Puede decirse que esta planta es una de las más complicadas de cultivar desde el inicio, siendo lo más recomendable comenzar desde un pequeño plantin en una maceta grande para estimular su crecimiento, en vez de hacerlo por el cultivo de semillas.
Riego y tierra
En cuanto al riego, el Lisianthus requiere un suelo algo húmedo, requiriendo un regado de 1 o 2 veces por semana, mientras que en verano el plazo se puede extender hasta 4.
No tolera los encharcamientos. Es por ello que necesita un suelo con alto contenido de nutrientes y buen drenaje para proteger sus delicadas raíces.
Luz
Por otro lado, esta planta nos brindará sus más vistosas flores si la cultivamos en una zona iluminada, pero al resguardo del sol directo y alejada de fuentes de calor. También es primordial podarla cuando algunas de sus hojas comiencen a marchitarse para estimular su crecimiento.
Con estos simples consejos, seguramente conseguirás que el Lisianthus te embellezca el jardín o cualquier rincón de tu casa con sus hermosas flores, las cuales perdurarán una larga temporada en tu planta con los cuidados necesarios.