La planta Selenicereus grandiflorus es tan especial, que quien la tenga cerca debería de sentirse verdaderamente afortunado, más aún si ha tenido la suerte de ver cómo exhibe su belleza una vez al año.
Sucede que la Selenicereus grandiflorus es una planta tan extraña, que para los expertos en jardinería se trata de una verdadera joya entre las de tu tipo y cuya presencia comenzó a llamar la atención de todos cuando se la vio en los jardines reales del palacio de Hampton Court en Londres, antes del año 1700.
Es que aunque su cultivo es poco frecuente debido a su tamaño, afortunadamente esta especie se ha extendido de manera natural por Cuba, Puerto Rico, Jamaica, República Dominicana, México, Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua y algunos países incluso más al sur.
Se trata de una especie conocida popularmente como Reina de la Noche, debido a que florece a finales de la primavera o principios del verano, solamente, una vez por año, durante la noche, y a las pocas horas su flor se marchita.
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Además, estas flores que se caracterizan por tener pétalos exteriores de color amarillo a pardo y los interiores blancos y más anchos, expulsan una fragancia que recuerda la vainilla y el azahar, que lamentablemente al amanecer concluye.
Lo cierto es que este espectáculo visual que significa ver a la Selenicereus grandiflorus florecer es uno de los más raros y difíciles de ver, motivo por el cual se dice que estamos ante una especie de cactus con flores sumamente única.
Características y cuidados
Por otro lado, la Selenicereus grandiflorus es muy famosa por los tallos ramificados perfumados, trepadores o extendidos que pueden medir hasta 10 metros de largo, lo que causa que muchas veces terminan enredados y produciendo raíces aéreas y rígidas.
Además, esta planta ha demostrado tener una notable capacidad para trepar árboles y rocas y quienes apuestan por su cultivo saben que su crecimiento es sumamente rápido, pero además es una especie muy poco exigente con su cuidado, ya que basta con ubicarla en un sitio a pleno sol donde reciba un riego de forma regular.
En conclusión, estamos ante una planta especial por donde se la mire, a la cual se la considera como un verdadero regalo de la naturaleza.