Aeonium Nobile, también conocida como Bejeque rojo, es un suculenta originaria de Islas Canarias y tiene una belleza única que se destaca entre las demás por sus hermosas flores rojas.
La etimología de su nombre nos lleva a través de culturas y lenguajes antiguos, "Aeonium" proviene del griego antiguo "aionos" que significa "eterno" y "Nobile" del latín, que se traduce como "noble" o "fuera de lo común". Un nombre que evoca una sensación de perennidad y distinción, como si la naturaleza misma le hubiera otorgado un título de nobleza a esta suculenta.
En el día de hoy, nos sumergiremos en las características únicas de esta suculenta, explorando su origen, sus rasgos distintivos y su encanto duradero. Te invitamos a continuar leyendo para descubrir más sobre esta maravillosa suculenta y desentrañar los secretos que hacen de Aeonium Nobile una verdadera joya de la jardinería.
Características y cuidados
Esta suculenta se caracteriza por sus grandes rosetas que pueden alcanzar los 40 centímetros de ancho. Son hojas carnosas de color verde amarillento y habitualmente se tiñen de rojo en los bordes.
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Sus características flores aparecen en el verano, luego de muchos años de crecimiento.
El encanto de estas flores radica en su intensidad y su tono característico de rojo intenso, que es el rasgo más destacado de la planta. Las inflorescencias aparecen en forma de densos racimos que crecen hasta 30 centímetros, agrupando múltiples pequeñas flores en una estructura floral llamativa.
En cuanto a sus cuidados, estos son sencillos y parecidos al resto de las suculentas. Lo principal es que cuente con un buen drenaje y un sustrato especifico para este tipo de plantas.
Si bien es muy resistente, no soporta climas extremos, como así tampoco el sol directo. Lo mejor es que este ubicada en semisombra, pero tiene que recibir muchas horas de luz solar de manera indirecta.
En invierno es clave protegerla de las lluvias y las heladas. La Aeonium Nobile prefiere el clima seco ya que el exceso de humedad puede hacer que se pudra.
En relación a la humedad, el riego debe ser abundante y poco frecuente.
Curiosamente, esta planta es monocárpica, es decir que muere después de florecer. En ese momento la suculenta libera semillas, generando así gran cantidad de “hijos”.
Se puede reproducir a partir de estas semillas o cortando la raíz de cualquiera de sus hijuelos y colocándolo sobre un nuevo sustrato. Siempre utilizando un cuchillo afilado y desinfectado.
Esperamos que te hayan servido estos cuidados y cualidades de esta suculenta.