La curiosidad del hombre siempre lo ha llevado a buscar respuestas más allá de su propio planeta y basándonos en la proximidad, Marte se convirtió en uno de los vecinos predilectos para la investigación.
El avance de la tecnología permitió que podamos ir conociendo más detalles de Marte con el paso de los años y ahora, la idea de encontrar vida en el planeta rojo parece reflotar.
Teniendo en cuenta lo que sucede en nuestro propio planeta, Qihui Li y sus colegas de la Universidad Tecnológica de Chengdu (China) alcanzaron una propuesta basada en la muerte de las ballenas.
Las investigaciones de nuestro sistema terrestre han evidenciado que el cadáver de una ballena en el fondo del mar es capaz de albergar una biosfera próspera a más de 1.000 metros de profundidad.
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Si bien el entono puede ser helado y con una notable presión de agua, lo cierto es que el cuerpo de la ballena tiene la capacidad de aislar a ciertos seres vivos por debajo de ella.
Bajo la misión denominada "Detección de vida en la subsuperficie de Marte", estos científicos chinos buscarán encontrar rasgos de vida autóctonos, teniendo en cuenta que se pueden encontrar territorios en el planeta rojo donde la bisofera todavía permanezca intacta.
Preservación
Según la idea de Qihui Li, el procedimiento lleva a la creación cúpulas que en parte protejan la radiación permitiendo a la vez que pase la luz para llevar adelante el proceso de fotosíntesis y la inspección visual.
En pocas palabras, se buscará conservar las formas de vida autóctonas de Marte recreando la conservación de biosfera que producen los cuerpos de las ballenas en nuestros mares y despertar la vida que yace en las profundidades del planeta rojo.