Las plantas son las mejores aliadas a la hora de decorar el interior de un hogar como el exterior del mismo. Las formas, colores y los tamaños que poseen pueden ser bien aprovechados para decorar a nuestra conveniencia cada espacio de nuestra casa y además las mismas generan un ambiente agradable dentro del hogar.
Para que las plantas cumplan bien su función de decorar el hogar es necesario que las mismas estén bien cuidadas, para que las mismas tengan un aspecto sano y colores súper radiantes. Pero hay veces que estas características comienzan a desvanecerse y en muchas ocasiones los motivos se deben por los cuidados que se tienen.
Para que las plantas estén bien cuidadas, primero hay que tener en cuenta su especie y el ambiente en el que crecen naturalmente, luego hay que llevar adelante un riego adecuado, aplicación de fertilizante, especial atención al sustrato y por sobre toda las cosas la iluminación.
La llegada de luz es sumamente importante, ya que hay plantas que no resisten muy bien la luz directa y prefieren la luz indirecta, como también hay otras que suelen ser más resistentes a la luz solar directa. Este punto es muy importante ya que el mismo es crucial para el crecimiento de una planta y cuando tiene falta de luz la misma presenta síntomas con los que nos avisa y a continuación te dejaremos cuales son estos síntomas y a que se deben.
Síntomas de falta de luz
Perdida del color y dibujo: este síntoma indica que nuestra planta tiene falta de luz, lo que suele ocurrir es que las hojas de las plantas cambian su color verde por uno más oscuro o si tienen otra tonalidad desaparecen por la escasez de luz. Lo que ocurre es que la falta de la misma no permite que se realice una correcta fotosíntesis, por lo que no se generan los pigmentos necesarios.
Hojas amarillas y tallos débiles: en este caso tu planta también te está informando que tiene falta de luz natural, otro síntoma que acompaña a este es que las hojas de las plantas en ciertas ocasiones también pueden desprenderse de la planta.
Inclinación hacia un costado: este es uno de los síntomas más claros que las plantas realizan cuando necesitan más luz. Pues si la planta crece hacia un lado el mismo es el que más luz recibe, por eso será necesario que ubiques mejor a la planta para que la luz le llegue de forma pareja y así crecerá bien.
No crece: este síntoma lo pueden tener tanto plantas de interior como de exterior, cuando una planta no crece y no desarrolla su floración, como también ocurre que puedan surgir capullos pero que los mismos se marchiten antes de abrirse. Para solucionarlo es necesario mirar que la misa no tenga exceso de agua y luego cámbiala de lugar en donde pueda recibir la luz solar adecuada.