La Hippeastrum cinderella, conocida popularmente como amarilis es una planta herbácea, perenne y bulbosa que da una bella flor en forma de trompeta, generalmente se la encuentra en color rojo, pero hay de distintas tonalidades.
Es una planta que se encuentra en Argentina, Chile y Brasil. Sus hojas son lineales y largas, de color verde oscuro y si crecen fuertes pueden llegar a medir 60 centímetros. Puede cultivarse perfectamente en el interior o exterior de nuestro hogar.
Si te interesa descubrir más sobre esta planta preciosa, a continuación, te cuento cómo cuidarla para que crezca fuerte y poder disfrutar de sus bellas flores.
Cuidados que necesita la amarilis
Para plantarla, ya sea en suelo o maceta, debemos enterrar dos tercios de su tamaño y la punta superior debe quedar sobresaliente del nivel de la tierra.
Durante la floración (en verano-otoño) hay que mantener la tierra húmeda, pero sin encharcamientos. En verano, el riego debe ser moderado y en invierno vivirá perfecto regándola ocasionalmente.
Si la planta está bien cuidada, la flor vivirá un mes y transcurrido ese tiempo, es aconsejable trasplantar el bulbo a una maceta mayor. Es muy importante evitar mover mucho la planta cuando está en floración para que no se caigan los capullos de flor.
Necesita ubicarse en un lugar luminoso, donde reciba mucha luz solar. Es una planta que no resiste menos de 3° de temperatura, por lo tanto, es mejor tenerla en maceta y ponerla bajo techo en las noches frías.
En cuanto a la fertilización, se debe realizar en verano y para asegurarnos un mejor crecimiento, hay que podar la planta al ras todos los años en abril-mayo.
La planta de la amarilis presenta una chinche naranja muy chiquita en el bulbo que solo se ve cuando la podamos. Si en alguna ocasión encuentras esta u otra plaga, deberás aplicar insecticida.