El nombre científico de la salvia azul es salvia farinacea, la misma es una planta perenne y suele ser muy apreciada por quienes disfrutan de la jardinería y de tener un hogar repleto de colores, esta planta suele tener diversos colores, como lo son el morado o el blanco, pero el más tradicional y el que más llama la atención es el azul violáceo y de hecho es el que le da ese nombre.
La salvia azul proviene de México y del sur de Estados Unidos, la misma es una planta es perenne y tiene una duración corta, pues la salvia azul tiene una vida útil que está entre los cinco años, luego de ese periodo la misma pierde su esplendor y comienza a deteriorarse por lo que se debe reemplazar.
Esta planta cuenta con hojas alargadas y brillantes y produce espigas de flores desde mediados de la primavera hasta el final del verano, esta planta es ideal para cualquier espacio de tu hogar, ya sea balcón, patio o jardín, siempre y cuando llegue una buena cantidad de sol y se tengan en cuenta otros cuidados necesarios.
Si en verdad querés darle vida a cualquier espacio a continuación te compartiremos los cuidados que debes tener para que las mismas se vean radiantes y logren durar cinco años tan hermosas como el momento en que las plantamos.
Cuidados que necesita la salvia azul
La salvia azul suele llegar a los 90 cm de altura y la misma puede atraer insectos polinizadores como abejas, mariposas e incluso colibríes, la misma es ideal ya que será muy fácil de cuidar y resiste muy bien a la plagas. Pero, para cumplir con todo esto necesita tener un correcto cuidado.
Es necesario que la misma esté ubicada en un lugar que cuente con varias horas de sol directo, mientras que en las temperaturas muy bajas se las debe cuidar ya que no pueden soportar heladas persistentes.
En cuanto al riego esta planta a diferente de otras que crecen durante las temporadas de calor, pues la misma no necesita de un sustrato húmedo, pero tampoco seco en exceso. Si se la cosecha en maceta es necesario dejar que la tierra se seque ligeramente entre los riegos, ahora bien, si está en el jardín no necesita de mucho riego e incluso puede resistir periodos cortos de sequía.
El abonado de esta planta suele variar, hay quienes la abonan cada 15 días desde la primavera al verano, pero, también se puede optar por colocar algunos puñados de humus de lombriz o estiércol en las macetas o tierra un par de veces por temporada, al comenzar la primavera y en los principios del verano. Es muy importante saber que esta planta no soporta las temperaturas bajas, por eso es necesario que a la misma se las cuide muy bien durante las temporadas frías.