La flor azul de los Alpes, también conocida como “No me olvides” es una planta perenne que tiene una duración corta, por lo que su comportamiento es como una bianual. A misma se caracteriza por tener un tamaño medio y sus tallos “pelosos” además de tener hojas basales pequeñas y lanceoladas.
Si bien esta planta es originaria de Europa, la misma cuenta con variedades de origen neozelandés y americano, lo característico de esto es que las flores de la misma suelen tener un color azul bastante intenso y las mismas suelen aparecer en racimos muy abundantes durante la primavera.
Esta planta es ideal para decorar los hogares gracias a su intenso color, sobre todo para los amantes de lo rústico, si bien la misma puede plantarse para que florezca en algunas oportunidades suele nacer de forma espontánea en la naturaleza como en los prados o a lo largo de los ríos y entornos de montaña.
Existen más de 50 especies y subespecies de esta planta, y es ideal para el jardín, pero también sirve para cuidarse y mantenerse en macetas. Sin dudas una flor no solo bella, sino que es ideal para tener en el hogar ya que su mantenimiento es muy sencillo, por eso si querés darle vida a cualquier rincón de tu hogar con las mismas a continuación te dejaremos los cuidados necesarios.
Cuidados de la flor azul de los Alpes
Primero será necesario contar con un sustrato que sea rico en humus y sobre todo que estén bien drenados, para que los mismos sean capaces de mantener de forma constante una ligera humedad, si el suelo en el que se va a cosechar es demasiado arcilloso o compacto hay que ayudarlo con arena y grava fina para que sirva.
Al igual que otras plantas el uso de fertilizante será ideal, sobre todo si se busca una floración abundante con colores intensos, para lograr esto se necesita aplicar fertilizante líquido o soluble con alto contenido de potasio cada 10 días.
Sobre el riego, la parte más importante en el cuidado de cualquier planta, es importante mantener la humedad en la zona de las raíces, pues esta planta disfruta de un suelo húmedo pero sin encharcar su tierra, para esto con un riego semanal será suficiente, ahora si en primavera el suelo está muy seco se debe regar con una frecuencia de dos o tres veces por semana, pero siempre manteniendo su sustrato húmedo.
Esta planta es ideal para cultivarla en cualquier espacio porque la misma puede estar tanto en pleno sol como también en la media sobra, pero no en sombra completa porque no se producirían flores. Por último para que crezca sana y fuerte será importante brindarle un buen mantenimiento, esto se logra quitando las flores marchitas para que puedan crecer nuevas y esto debe hacerse antes que comience la producción de semillas. Además debemos podarla para estimular su crecimiento y esto debe hacerse podándola por encima de la cuarta hoja.