Jésica Cirio compartió ayer, cómo arranca la mañana, con un saludable y muy nutritivo desayuno a base de proteína y frutas frescas. Una opción rica y sana, baja en calorías y poca grasa, que le viene muy bien al cuerpo para empezar con la energía arriba.
Para empezar el lunes, Jésica Cirio se alimentó con un delicioso jugo verde de pepino y cilantro. Estos dos ingredientes ayudan al cuerpo a liberar los metales pesados que se acumulan en la ingesta de otros productos, comentó la modelo.
Para mayor hidratación y concentración de la vitamina C, la presentadora de “La Peña de Morfi”, comió Pitaya o fruta del dragón. “Tiene muchísimos beneficios. Eleva las defensas, tiene mucha vitamina C, entre otras cosas que son espectaculares.”, agregó la famosa.
Para complementar su desayuno equilibrado, la proteína no podía faltar, sobre todo en la dieta de una persona que, como ella, siempre hace rutina de ejercicios: “Mis huevos de todas las mañanas, tienen un poquito de cúrcuma y pimienta.”.
Luego de su suculento y muy saludable desayuno, Jésica Cirio se fue directamente para el gimnasio, donde deja el alma todas las mañanas, y así, complementa su dieta saludable, para mantener el cuerpo de diosa que posee.
Chloé le hizo una escena de llanto a Jésica Cirio
La hija de la modelo no quería ir hoy al jardín y le hizo una escena de llanto dentro del auto. Jésica intentó, con palabras, que Cholé se calmara un poco, pero no hubo caso y entre risas y el no saber qué hacer, cortó con la historia.
Luego de esta escena y el capricho de Chloé, Cirio compartió una nueva historia en la que se le ve a la niña, tranquila, rumbo al colegio y comiendo una deliciosa galleta recubierta de chocolate. No obstante, ese premio no fue lo suficientemente necesario, para que la pequeña, de cuatro años, cambiara la actitud negativa para ir al colegio.
Finalmente, Jésica Cirio contó que logró que su hija quisiera entrar al colegio. Ella entendió que había otros compañeritos que la querían ver, para jugar con ella y compartir momentos lindos. La modelo explicó que así como a los adultos, muchas veces no les gusta hacer algo y les cuesta encararlo, a los niños también es pasa, pero no lo razonan como los grandes y, en cambio, de eso lloran, por eso el rol de los más grandes en guiarlos.