Originaria de Sudáfrica, la trachyandra tortilis se configura como una de las suculentas más exóticas del momento. Utilizada en distintas partes del mundo como decoración en el interior, este arbusto de hojas color verde fresco, de formas espiraladas o arrolladas, puede superar el medio metro de altura, lo cual la transformará en el centro de atención de la decoración.
Esta suculenta, a diferencia de otras plantas y flores, es tiene su época de floración días antes del comienzo de la primavera y sus flores tendrán tonalidades blancas y grisáceas que crecerán desde un tallo que se levanbará desde la misma base de la planta.
Los dos factores que otorgan una singularidad única a esta exótica suculenta, es que sus flores vivirán tan solo un día, y además, la exótica forma de sus hojas que varían desde ondas, a pliegues u otras formas espiraladas que realmente hipnotizan a sus observadores.
Así que, si logras conseguir cultivar o adquirir esta extraña y exótica suculenta, por aquí te recomendaremos una serie de cuidados que recomiendan los sitios especializados con el fin de que logres que la misma crezca saludable y alcance su máximo esplendor.
Cuidados básicos a tener en cuenta
1. Tierra y sustrato
Para las plantas en general, resulta ser éste el punto clave, ya que el sustrato y la tierra que preparemos será de donde nuestra planta obtenga los nutrientes necesarios para su desarrollo, así como también permita drenar la tierra, simulando las condiciones naturales de su hábitat.
2. Ubicación y Luz
Al igual que muchas suculentas, la Trachyandra Tortilis requerirá de mucha luz y ventilación para prosperar en su crecimiento. Y si bien, su mayor uso en la actualidad es para decoración en interiores, la planta debe ubicarse en espacios muy luminosos durante una gran parte del día y cerca de ventana y puertas. Recordá que es conveniente que reciba la luz del sol.
Temperatura
Dado que esta planta es propia de los ambientes desérticos, es importante saber que deberás tenerla en lugares cálidos, y bajo ningún concepto exponerla a climas húmedos con heladas.
Riego
Finalmente, cabe destacar que es de vital importancia controlar la cantidad de agua y evitar los excesos para que el sistema radicular no se pudra y se oscurezcan o dañen sus hojas. Bastará con que la riegues dos veces por semana durante el verano y entre el otoño y la primavera solo una vez al mes.