El potus es una de las plantas trepadoras por excelencia y su capacidad de adaptarse al interior como al exterior la convierte en la preferida de muchos.
Además, esta posibilidad de extenderse por las paredes o ventanas, hacen del potus (Epipremnum aureum) un gran aliado para la decoración viva de tu casa.
Su color verde intenso combinado con dibujos en tonos claros resultan ser un contraste ideal, lo que sumado a su capacidad de absorber la humedad o las malas energías la posiciona como la reina de los interiores.
Cabe destacar que su follaje, sobre todo en plantas jóvenes es perenne y si bien tiene la capacidad de florar, lo cierto es que muy raro que eso sucedo. De hecho la última floración observada de manera natural se produjo en Singapur en 1964.
En cuanto a los cuidados, el potus no requerirá de mucha atención. Solo basta con controlar la tierra y darle agua cuando este esté seca. En este punto, es mejor evitar el exceso de hidratación en las raíces.
Por otra parte, la iluminación es otro de los factores importantes. Si bien se puede adaptar a lugares sombríos, sin dudas crecerá mucho más rápido si consigue luz indirecta o tamizada, dado que la exposición a los rayos del sol puede llegar a quemar sus hojas.
La mirada del Feng Shui
El Feng Shui es una filosofía oriental milenaria que busca el posicionamiento estratégico de los objetos para lograr que las energías positivas fluyan dentro de la casa. Tal es así que las plantas son muy importantes para ello.
En relación al potus, bajo esta mirada se lo considera con la capacidad de trasformar las malas energías, siendo un gran aliado para rodearte de las buenas vibras en cada habitación del hogar. Uno de los mejores lugares para cultivar esa planta puede ser el baño, dado su poder de absorber la humedad.