El locro es sin dudas uno de los platos clásicos de la cocina argentina y el más solicitado puntualmente cuando se celebran las fechas patrias, porque se trata de una preparación abundante que se cocina para alimentar a un gran número de personas como un almuerzo familiar típico de día feriado.
Ante esto, durante este 25 de Mayo donde se conmemora la Revolución de Mayo de 1810, repasamos la historia del locro y cómo las múltiples versiones sobre su origen se confluyen para confirmar su destacado papel en una fecha tan especial para los argentinos, como así también, el lugar que se ganó este plato en la población.
Es que de acuerdo a lo publicado en el sitio "Clarín", los investigadores coinciden en que esta comida que reúne múltiples ingredientes, tiene sus raíces en el noroeste y la Puna Andina, tal como lo señala la historiadora Graciela Audero.
"El locro es un ejemplo de sincretismo o cocina fusión: era un guiso famoso de los indígenas, cuyos ingredientes principales son los mismos con los que se lo preparaba antes de Colón."
Seguidamente, pese a que se trata de un plato típico de las fechas patrias, para Carina Perticone, investigadora de la Universidad Nacional de las Artes, no existe evidencia concreta de que en 1810 lo que se comió para celebrar la Revolución fuera esta preparación. Sin embargo, asegura que en aquella época ya se lo comía en Córdoba, en Tucumán y en el norte de Santa Fe.
"Es lindo pensar en el locro como un ejemplo de lo que puede ser un país: un montón de ingredientes que por su lado no dicen gran cosa, pero juntos y mixturados dan una trama sabrosa y nutritiva."
Por último, Mariano Carou, quien publicó el ensayo "Filosofía gourmet", se ocupó de simplificar el significado de esta deliciosa preparación comparándolo con un país y el rol que cumple cada uno de sus habitantes en pos de tener una Nación plena y fructífera.
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Por otro lado, los especialistas consultados por el sitio mencionado se ocuparon en remarcar la variedad de ingredientes que solía diferenciar una comida de la otra y eso lo atribuyen principalmente a los diversos tipos de carnes y verduras que predominaban en aquella época.
Sin embargo, se trata de un hecho que se repite en la actualidad, porque si bien el locro es una preparación que reúne los clásicos ingredientes como el maíz, carne, agua, vegetales y otras legumbres; cada hogar suele adaptarlo a los gustos de la mayoría de los comensales para tener una aceptación total de la receta. De igual manera, el sabor siempre está garantizado.