Ángel Di María se convirtió en uno de los grandes ídolos del Paris Saint Germain, no solo por su habilidad indiscutida con el balón, sino también por su entrega a la camiseta y el respeto hacia la afición parisina. Es por ello que su despedida del club tras siete temporadas, se volvió en uno de los eventos más conmovedores del fin de semana.
Es que al no haber llegado a un acuerdo con los directivos del PSG, Ángel Di María se despidió del club durante el último partido ante el Metz y con el rostro envuelto en lágrimas y en presencia de su esposa Jorgelina Cardoso y sus dos hijas, el ídolo dijo adiós protagonizando un momento inolvidable de su carrera.
Sucede que el pasado sábado el futbolista vivió una jornada muy especial luego de anunciar que su vínculo con el equipo francés había terminado, tras haber sido una parte esencial en la historia del club.
Ante esto, los simpatizantes del conjunto parisino quisieron despedirlo a lo grande y por toda su entrega hacia la camiseta lo despidieron del Parque de los Príncipes con una ensordecedora ovación que provocó un llanto sin consuelo.
Abrazado a su esposa y sus hijas, quienes también se mostraron sumamente conmovidas, "Fideo" agradeció de corazón el cariño y el respeto del público y con su clásico gesto de corazón con sus manos, se despidió de los hinchas.
(Fuente: Instagram).
De esta manera, luego de siete temporadas, 295 partidos, 92 goles, 112 asistencias y 18 títulos, el mediocampista se alejó de la institución y ya analiza los próximos pasos de cara a su futuro profesional.
Se mudaría a Italia
Según los últimos trascendidos, la carrera del ídolo argentino tendría continuidad en Italia, más precisamente en Juventus, el equipo italiano del cual se despidió recientemente Paulo Dybala, según informó "La Gazzetta dello Sport" en su portada.
"Di María dio el OK y está próximo a un acuerdo."
De acuerdo a lo publicado en este sitio, Juventus estaría de acuerdo en realizar un contrato corto para acompañar a Ángel Di María, de 34 años, en sus deseos de regresar a Argentina para despedirse del fútbol vistiendo la camiseta de su amado Rosario Central.