Las uvas pasas son una gran fuente de energía, su aporte de fibras y potasio las convierten en un ingrediente fundamental para una equilibrada alimentación.
La uva es el fruto de la vid, se la conoce desde la edad de bronce y gran parte de la historia de la humanidad viene acompañada del cultivo de este fruto. Con ella se fabrica el vino, los jugos y las uvas pasas y también se la consume como fruta fresca.
Las uvas pasas son, ni más ni menos, que la fruta secada por medios naturales o artificiales, para lograr que pierda la humedad y se conserve por más tiempo.
Este procedimiento de secado impide que la fruta pierda sus nutrientes, y hace se concentren aún más, aportando el máximo de beneficio.
El tipo de uva pasa depende de la uva de la que proviene, entre las variedades sin semillas, las que más se utilizan son la Sultanina y la Corinto.
Por su alto contenido de azúcares (Fructosa y glucosa) las uvas pasas son una gran fuente de energía, y como tienen bajo contenido en sodio resultan apropiadas para los problemas de hipertensión.
El Colegio Americano de Cardiología, en un estudio presentado en el año 2012, sugirió que:
Los individuos con una presión arterial ligeramente elevada, pueden reducirla con el consumo rutinario de uvas pasas.
Por su alto contenido en potasio, resulta un efectivo diurético para el organismo y debido a su abundante cantidad de fibras, actúa como un regulador del tránsito intestinal.
Diferentes maneras de consumir las uvas pasas
Aparte de los muchos beneficios que las uvas pasas aportan, el sabor de esta fruta es realmente delicioso. Se emplean en gastronomía, tanto para comidas saladas, como en la realización de sabrosos postres.
El consumo de uvas pasas, mezclado con frutos secos, aporta a los deportistas un snack lleno de nutrientes para recuperar la energía empleada en el ejercicio.
Reemplazar los aperitivos poco saludables por el consumo de las uvas pasas, puede significar un primer paso muy importante hacia una alimentación equilibrada en beneficio de la salud.