Puede que muchos no conozcan su cara, pero seguramente habrán escuchado hablar de él. Matt Groening llegó a los 68, de los cuales en 33 de ellos estuvo ligado a la serie animada más popular del mundo: Los Simpsons.
Matt Groening, creador y guionista de Los Simpsons tuvo su pico de popularidad contando las historias de una familia poco inusual, la cual en gran parte esta relacionada con la suya.
En alguna entrevista, supo deslizar que los nombres elegidos para los personajes los sacó de su propio vínculo familiar, casi de una manera imprevista y a fin de ocultar su propio ego.
Luego de haber dedicado gran parte de sus inicios a la escritura y las historietas gráficas, un día surge la posibilidad de presentar una de sus proyectos para TV.
Si bien Los Simpsons no era en lo que estaba trabajando, diseñó un boceto para el reconocido productor de Hollywood James L. Brooks minutos antes de entrar a la entrevista, designó los nombres de sus personajes basados en su propia familia.
Su padre Homero, su madre Margaret (Marge) y sus hermanas Lisa y la bebe Maggie. Para el protagonista, busco un reemplazo de su propio nombre (Matt) y eligió a Bart, quien formaba un anagrama de brat (malcriado).
Ese fue el puntapié inicial de una carrera que trascendería por más de 30 años y diera la vuelta al mundo, con la historia de una familia que mostró un punto de vista nuevo en el lenguaje televisivo y cambió la historia del medio para siempre.
El pedido de un padre
En cuanto a la elección de los nombres, Matt siempre recalcó que lo único que tenían sus personajes de su familia era eso, no tanto la personalidad. En ese sentido, destacó desde un principio que su padre era un hombre brillante, que supo soportar el peso de llevar la personalidad de Homero en la Tv.
Si bien sus primeras sensaciones al ver a quien se terminaría convirtiendo en el protagonista de Los Simpsons no fueron buenas, si solicitó una condición innegociable: Homero siempre debía amar y respetar a su esposa.