La Antirrhinum majus, más conocida como boca de dragón, conejitos, o flor de la mortaja, es una planta perteneciente a la familia de las plantagináceas. Es originaria de la zona del Mediterráneo, desde España hasta Turquía y Siria, y su cultivo se ha extendido ampliamente por la belleza de sus flores.
La planta boca de dragón tiene una altura que va desde los 50 cm y puede llegar a los 2 metros; posee hermosas y llamativas flores agrupadas en racimos, en tonos amarillos, rosas, naranjas y violetas.
Es una planta bienal, muy utilizada en paisajismo para jardines, pero también se la emplea mucho como flor de corte para decoración de interiores.
Algunas bocas de dragón combinan varios colores en la misma flor.
La industria farmacológica la emplea para la fabricación de medicamentos que tratan afecciones como hemorroides, colitis, diarreas, ulceras en la boca, por sus propiedades cicatrizantes, antiinflamatorias y diuréticas.
Cuidados de la boca de dragón
Ubicación
La ubicación ideal para la boca de dragón o Antirrhinum majus es en el exterior en suelos calizos y de buen drenaje. Si se la cultiva en galerías o balcones, se deben emplear macetas amplias y evitar el encharque en el riego..
Iluminación
Si bien se adapta con facilidad a espacios soleados, se desarrolla mucho mejor en la semisombra. Cuando la planta se encuentra a gusto, florece abundantemente desde la primavera hasta el otoño.
Riego
La boca de dragón requiere riegos moderados y un poco más regulares en épocas de calor. Se deben evitar los encharcamientos o excesos en el riego, porque pueden provocar hongos y que se pudran sus raíces.
Abono
Lo ideal es abonar el sustrato con un fertilizante líquido en el riego cada 15 o 20 días, sobre todo en las épocas de floración.
Con estos sencillos cuidados, podrás disfrutar de la belleza de las flores de boca de dragón, en tu jardín, en tu balcón o en un centro de mesa, decorando el interior de tu hogar.