Teniendo en cuenta la terrible situación que atraviesa Ucrania por parte de las tropas de Rusia enviadas por Vladímir Putin, el mundo entero atraviesa un clima de incertidumbre y cada una de las manifestaciones artísticas se expresan al respecto.
Debido a esto, la marca Balenciaga quiso también mostrar su preocupación y de la mano del diseñador Demna Gvasalia, a quien le toca de manera personal esta situación, llevó a cabo un emotivo homenaje para Ucrania con el desfile que protagonizó en el marco de la Semana de la Moda de París.
Sucede que Gvasalia, director creativo de Balenciaga, nació en Georgia y tuvo que huir de su país a causa de una guerra con Rusia, por lo que el dolor por los acontecimientos actuales lo golpean en sus más dolorosos recuerdos de lo que le tocó vivir.
Por este motivo, la marca decidió recibir a los presentes con camisetas azules y amarillas, los colores de la bandera ucraniana, en cada una de las sillas y luego Demna explicó los motivos por lo que decidieron seguir con el evento pese al clima de tristeza que se vive en todo el mundo.
“Llegué a pensar en anular esta exhibición, pero llegué a la conclusión que anularla supondría rendirme, resignarme ante el mal que tanto me ha herido desde hace casi 30 años.”
De esta manera, los espectadores quedaron admirados porque hubo paredes transparentes que separaban al público de los modelos, quienes desfilaron en círculo bajo los copos de una espesa nieve artificial y para el final dejaron un modelo masculino vestido totalmente de amarillo y una femenina de azul celeste, como un homenaje al país invadido.
La dolor de Demna
Para el diseñador este evento fue especial porque implicó revivir el dolor que atravesó cuando tuvo que sobrevivir a la guerra en su país natal, por lo que decidió sentar postura mediante su arte y su distinguido talento.
“Esta guerra en Ucrania ha despertado el dolor de un trauma pasado que llevo en mí desde 1993, cuando lo mismo ocurrió en mi país y yo me convertí para siempre en un refugiado.”
Así, con sus destacados diseños, el artista pudo cumplir el objetivo que, como lo anunció desde el inicio, era un cálido homenaje a los intrépidos, a la resistencia y a la victoria del amor y la paz en Ucrania.